Cap铆tulo 4: La Puerta al Reino Secreto

  



Cap铆tulo 4: La Puerta al Reino Secreto

La llamada de las Ruinas.

El sol de finales de oto帽o se filtraba entre las densas hojas, ba帽ando el silencioso bosque con un c谩lido resplandor dorado. Ian hoje贸 el amarillento libro de viajes que ten铆a en la mano y ley贸 un pasaje sobre una ruina en particular. Una leve sonrisa se dibuj贸 en sus labios. Alz贸 la vista y llam贸 a Fran, que caminaba delante de 茅l: 

"Fran, aqu铆 se menciona una ruina que podr铆a guardar los secretos perdidos del antiguo continente"

"¿Ruinas?", pregunt贸 Fran, gir谩ndose con un destello de inter茅s en sus profundos ojos negros. "¿Tienes la ubicaci贸n exacta?".

Ian se帽al贸 unas l铆neas del libro: 

"El denso bosque del sur; los aldeanos cercanos lo llaman la 'Puerta del Valle Espectral'. Por la descripci贸n, deber铆amos estar muy cerca ahora."

Fran se acerc贸 a Ian y ech贸 un vistazo al libro. Conoc铆a bien los textos antiguos y a帽adi贸 en voz baja: 

"Estos escritos mencionan que este denso bosque es un lugar frecuentado por bestias demon铆acas. ¿Est谩s seguro de que quieres ir?"

"¡Por supuesto! ¿Acaso no es la aventura la esencia del viaje?" pregunt贸 Ian con una sonrisa en los ojos, pero con voz firme.

Fran sonri贸 levemente y extendi贸 una mano para arreglar la capa sobre el hombro de Ian:

"Tienes raz贸n. Si te encuentras con alg煤n peligro, te proteger茅."

El coraz贸n de Ian dio un vuelco, pero simplemente le dio una palmadita en el brazo a Fran y brome贸,

"Con un compa帽ero tan poderoso como t煤, ¿De qu茅 m谩s tengo que preocuparme?

Entrando en las ruinas

A medida que se adentraban en el denso bosque, la atm贸sfera se volv铆a cada vez m谩s sombr铆a. Los 谩rboles crec铆an, dificultando el paso de la luz del sol. Una indescriptible sensaci贸n de opresi贸n flotaba en el aire. Ian acarici贸 su arpa y tarare贸 una melod铆a, lo que alivi贸 ligeramente la opresi贸n.

"El aura aqu铆... parece estar maldita" susurr贸 Fran, mirando a su alrededor con la mano en la empu帽adura de su espada.

"¿Maldita?" 

Ian frunci贸 el ce帽o y dej贸 de tocar.

"Parece que el sello que originalmente reprim铆a el mal se est谩 debilitando, permitiendo que la maldici贸n se extienda" Fran le dirigi贸 a Ian una mirada tranquilizadora. "No te preocupes, no pasar谩 nada mientras yo est茅 aqu铆."

Finalmente, encontraron una puerta de piedra en ruinas en lo profundo del bosque. La puerta estaba grabada con runas y relieves intrincados, emitiendo un d茅bil brillo similar al bronce.

Ian limpi贸 suavemente el polvo de la puerta y susurr贸 un verso de su diario de viaje: 

«Guardi谩n durmiente, el alma regresa a la luz; toca la puerta de mi coraz贸n y contempla la rueda del destino.»

Al pronunciar la 煤ltima palabra, la puerta de piedra tembl贸 levemente, dejando escapar un leve murmullo, y se abri贸 lentamente. Un aura antigua y poderosa lo envolvi贸, e Ian contuvo la respiraci贸n.

"S铆gueme". 

Fran, protegiendo a Ian tras 茅l, los condujo hacia las ruinas.

La Prueba de las Ruinas

M谩s all谩 de la puerta de piedra se extend铆a un largo y oscuro pasadizo. Las runas en las paredes brillaban tenuemente, como si los guiaran.

"Este lugar parece dise帽ado para alg煤n tipo de ritual", murmur贸 Ian, observando los relieves.

"Quiz谩s los antiguos la usaban para sellar algo. Como era de esperar" el tono de Fran se volvi贸 m谩s cauteloso "Mantente alerta."

Al entrar en una espaciosa c谩mara de piedra, un majestuoso altar apareci贸 ante sus ojos. Una bola de cristal que brillaba suavemente flotaba en el centro, invit谩ndolos a acercarse.

"Ten cuidado" advirti贸 Fran. Al aproximarse al altar, las sombras circundantes se fusionaron repentinamente en varias figuras imponentes, como si custodiaran el cristal.

"¿Son... esp铆ritus?" 

Ian retrocedi贸 r谩pidamente, con la mirada fija en las sombras.

"Son los que est谩n debilitando el sello. Su objetivo debe ser apoderarse de ese orbe de cristal." 

Fran desenvain贸 su espada, y de ella brotaron llamas negras como las de un drag贸n. 

"Yo me encargar茅 de ellos"

El ataque de Fran fue tan r谩pido como un rayo, devorando la primera sombra. Sin embargo, otras sombras comenzaron a rodear a Ian. Ian toc贸 r谩pidamente el arpa, y una melod铆a clara reson贸, suprimiendo los movimientos de las sombras.

"¡Bien hecho!" lo felicit贸 Fran. Su espada brill贸, cercenando otra sombra.

Finalmente, cuando la 煤ltima sombra se disip贸, el cristal del altar emiti贸 un suave resplandor.

La Aparici贸n de un Monstruo.

Justo cuando Ian se dispon铆a a examinar el orbe de cristal, las ruinas enteras se estremecieron violentamente. Una grieta apareci贸 en la pared de la c谩mara de piedra, y una enorme bestia demon铆aca sali贸 arrastr谩ndose fuera de ella, rugiendo ensordecedoramente.

"¡Retrocede! ¡El orbe de cristal no puede contenerlo!", grit贸 Fran, protegiendo r谩pidamente a Ian detr谩s de 茅l.

La bestia era enorme, cubierta de escamas duras, y su mirada estaba llena de frenes铆 y odio. Sus afiladas garras cortaron brutalmente el aire, dirigi茅ndose hacia Fran. Fran despleg贸 r谩pidamente sus alas de drag贸n, transform谩ndose en un drag贸n negro, y acto seguido se enfrent贸 a la bestia.

Ian se qued贸 paralizado. Era la primera vez que ve铆a a Fran en su forma de drag贸n: poderoso, elegante, pero con una escalofriante sensaci贸n de opresi贸n.

"¡Ian!", reson贸 la voz de Fran en medio de la batalla. ¡Al茅jate del altar, el objetivo de esta cosa es el orbe de cristal!".

Ian recobr贸 el sentido y se retir贸 a un rinc贸n, observando la batalla mientras tocaba su arpa. Los ataques de Fran eran feroces, pero las defensas del monstruo eran igualmente formidables, y la batalla lleg贸 a un punto muerto.

De repente, Ian not贸 que el cristal del altar comenzaba a vibrar y a emitir un tenue brillo, como si pidiera ayuda. Simult谩neamente, el amuleto de plata que llevaba al cuello reson贸 levemente.

"¡Fran, detente! ¡Tengo una soluci贸n!", grit贸 Ian.

"¡R谩pido!", rugi贸 Fran, y su enorme cola de drag贸n barri贸 a la bestia, ganando tiempo para Ian.

Ian corri贸 hacia el altar, tocando el arpa r谩pidamente con sus dedos. Su melod铆a reson贸 con el brillo del cristal, y finalmente, un deslumbrante rayo de luz surgi贸 desde el altar, alcanzando directamente a la bestia demon铆aca. La bestia lanz贸 un grito de dolor y finalmente se convirti贸 en cenizas en la luz.

La Revelaci贸n del Poder del Drag贸n

Tras la batalla, Fran recuper贸 su forma humana y camin贸 hacia Ian, con los ojos llenos de preocupaci贸n.

"¿Est谩s bien?"

Ian levant贸 la cabeza y mir贸 a Fran con una mirada compleja: 

"¿T煤... eres el Drag贸n Negro?"

Fran guard贸 silencio un instante y finalmente asinti贸.

"S铆. Pens茅 que podr铆a mantenerlo en secreto m谩s tiempo, pero ahora ya lo sabes.

Ian no dijo nada m谩s. En cambio, mir贸 el orbe de cristal sobre el altar y susurr贸:

"Hay algo extra帽o en este orbe de cristal... Parece resonar con mi amuleto"

Al ver que Ian no indagaba m谩s, Fran sigui贸 su l铆nea de pensamiento y sugiri贸:

"¡Llev茅moslo con nosotros! Esas figuras sombr铆as de antes deben tener c贸mplices que podr铆an venir a apoderarse del orbe de cristal. Parece bastante poderoso. Si cae en malas manos, ser谩 problem谩tico"

Ian asinti贸 de inmediato.

"Yo tambi茅n lo creo. Me gustar铆a investigar la conexi贸n entre esta bola y mi amuleto."


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