Cap铆tulo 99: Esposo, puedo ayudarte

      



Cap铆tulo 99: Esposo, puedo ayudarte

Jian Xiao, mientras se restregaba, se volvi贸 menos honesto.

Al poco tiempo, Yibao abri贸 repentinamente los ojos, levant贸 la cabeza de la almohada y se gir贸 para mirar a Jian Xiao.  

Al ver los ojos llorosos de Yibao, que estaba a punto de llorar, Jian Xiao se levant贸 r谩pidamente y huy贸 avergonzado al ba帽o. Hab铆a llegado a ese punto crucial y a煤n pod铆a contenerse, algo que hasta 茅l mismo admiraba.  

Jian Xiao se par贸 bajo la ducha, girando el control de la temperatura hasta el extremo derecho. Las fr铆as gotas de agua cayeron sobre 茅l, despert谩ndolo instant谩neamente.  

Al cabo de un rato, la puerta del ba帽o fue golpeada. Yibao estaba afuera de la puerta, llamando en voz baja: 

"Esposo."  

Jian Xiao se frot贸 la cara con fuerza y dijo hacia la puerta: "Cari帽o, t煤 ve a dormir primero."

Yibao no regres贸 a dormir. Dud贸 un momento y volvi贸 a tocar la puerta: "Yo puedo ayudarte."

Desde dentro del ba帽o no hubo respuesta. Unos segundos despu茅s, la puerta se abri贸.

Yibao sinti贸 una r谩faga de aire fr铆o. Jian Xiao estaba empapado en agua fr铆a y parec铆a estar a punto de congelarse.  

Yibao se acerc贸 activamente, queriendo calentar el cuerpo de Jian Xiao.  

Tan pronto como Yibao se peg贸 a 茅l, la temperatura del cuerpo de Jian Xiao se dispar贸 instant谩neamente. La sensaci贸n de calor lo inund贸 de nuevo. Originalmente, planeaba dejar tranquilo a Yibao, pero Yibao se hab铆a ofrecido a s铆 mismo.  

"Cari帽o, me obligaste a hacer esto" Jian Xiao no pudo contenerse m谩s. Baj贸 la cabeza y captur贸 con fuerza la peque帽a boca de Yibao, succion谩ndola con fuerza.

Yibao estaba tan mareado por los besos que, inexplicablemente, accedi贸 a dejar que Jian Xiao hiciera lo que quisiera.

Sin embargo, Jian Xiao no fue tan brusco como otras veces. Sabiendo que a Yibao le doler铆a, se volvi贸 extremadamente cuidadoso.  

Debido a la moderaci贸n de Jian Xiao, a Yibao no le doli贸 mucho, y pudo levantarse y realizar sus actividades normales al d铆a siguiente.  

Al bajar a desayunar, Li Hun se emocion贸 tan pronto como vio a Yibao y se acerc贸 a preguntar: "Xiao Bao, recuperaste la sensibilidad al dolor. ¿Te duele mucho?"  

Yibao neg贸 con la cabeza: "No me duele".

En realidad, todav铆a dol铆a un poco, pero Yibao no quer铆a decirlo para no preocupar a su t铆o.

Li Hun mir贸 a Jian Xiao, y no hab铆a mucho que decir.

Durante el desayuno, Yibao se desplom贸 en los brazos de Jian Xiao, pr谩cticamente inm贸vil, solo necesitaba abrir la boca. Incluso despu茅s de comer hasta saciarse, sigui贸 sin moverse.  

Justo cuando Yibao planeaba echar una siesta en los brazos de Jian Xiao, de repente se escuch贸 un disparo a lo lejos. Todos los presentes se sobresaltaron. El sonido del disparo parec铆a provenir de la puerta principal de la mansi贸n.  

Jian Xiao frunci贸 el ce帽o, presintiendo que algo andaba mal, y se puso en alerta: "Es posible que el ej茅rcito de la base Jing Sheng haya encontrado este lugar".

Yibao ten铆a el anticuerpo, y ese grupo de personas no se dar铆a por vencido f谩cilmente. Como era de esperar, lo hab铆an encontrado.  

El hombre gordo palideci贸 de miedo: "Maestro Jian, ¿deber铆amos huir?"

Lei Zi pregunt贸: "¿Si escapamos, qu茅 pasar谩 con el huerto?"

Todo el esfuerzo que han realizado estos 煤ltimos d铆as est谩 a punto de irse al traste; es un poco doloroso y dif铆cil dejarlo ir.

Li Hui reprendi贸: "¿Para qu茅 preocuparse por el huerto? Lo m谩s importante es sobrevivir. Jian Xiao, toma a Xiao Bao y escapa primero. Nosotros te cubriremos. Si nos atrapan, no hace falta que vuelvas a ayudarnos. Simplemente corre lo m谩s lejos que puedas."

Li Hui sab铆a muy bien que esas personas eran codiciosas e insaciables, y no pod铆a permitir que Yibao cayera en sus manos.

A Yi Bao se le llenaron los ojos de l谩grimas y extendi贸 la mano para tocar la manga de Li Hui: "T铆o..."

Li Hui apret贸 con fuerza la manita de Yi Bao: "Xiao Bao, no te preocupes por m铆. No me est谩n buscando, no me har谩n nada. Ve con Jian Xiao sin preocupaciones."

Jian Xiao retir贸 sutilmente la manita de Yi Bao: "Ahora no es momento de tonter铆as. Primero me llevar茅 a Yibao. Ustedes, tengan cuidado. Una vez que haya puesto a Yibao a salvo, regresar茅 a rescatarlos."

Ya no hab铆a tiempo para empacar. Jian Xiao carg贸 a Yibao a la espalda y corri贸 hacia la colina trasera. Esta colina estaba conectada a un coto de caza, donde merodeaban animales salvajes, pero tambi茅n era un buen escondite.

Yibao miraba hacia atr谩s de vez en cuando, sinti茅ndose reacio a marcharse y preocupado por la seguridad de Li Hui y los dem谩s.

Mientras Jian Xiao corr铆a, 茅l lo consol贸 dici茅ndole: "Cari帽o, no te preocupes por ellos. El objetivo de esas personas no son ellos, no les har谩n nada".

Li Hun y los dem谩s tambi茅n ten铆an armas, que Jian Xiao les hab铆a dejado de antemano. Ten铆an municiones de sobra, por lo que no ten铆an por qu茅 temer.

Poco despu茅s, varios veh铆culos militares verdes llegaron y se adentraron directamente en el campo de hortalizas. Al ver las huellas de los neum谩ticos, el hombre gordo se enfureci贸. La cosecha que tanto le hab铆a costado cultivar durante tantos d铆as hab铆a quedado destruida as铆 sin m谩s.

El hombre gordo cogi贸 su arma y se prepar贸 para disparar, pero Li Hui lo detuvo: "No seas tan impulsivo. Son demasiados. Si abrimos fuego, moriremos todos".

El hombre gordo se calm贸 y guard贸 el arma.

Varios veh铆culos militares se detuvieron lentamente, y un hombre con ropa de camuflaje asom贸 la cabeza por la ventanilla del coche y grit贸 a trav茅s de un meg谩fono: "Joven Maestro Jian, el comandante nos ha enviado a recogerlo".

Lei Zi dijo: "Esto suena a que son aliados".

Li Hun y el Gordo tambi茅n pensaron que sonaban como amigos, pero no sab铆an si hab铆a alguna trampa.  

Al ver que todos vacilaban, Chen Ke analiz贸 de repente: "No pueden ser fuerzas amigas. Si vinieron a recoger al joven maestro Jian, ¿por qu茅 irrumpieron de forma tan brusca? Sus acciones son muy sospechosas"

El an谩lisis era correcto. Si esas personas ven铆an a recoger a alguien, ¿por qu茅 destruir铆an el huerto de forma tan b谩rbara? Sabiendo que el huerto hab铆a sido plantado por el Joven Maestro Jian, y aun as铆 se atrevieron a entrar y destrozarlo. Definitivamente hab铆a algo sospechoso.

Li Hui se asom贸 por la ventana y dijo a la gente de abajo: 

"Jian Xiao no est谩 con nosotros. Ese bastardo se fug贸 con mi Xiao Bao hace mucho tiempo. Si quieren ir a buscarlos, pueden ir a la ciudad de Yunhai. O铆 decir a Jian Xiao que se iba a llevar a Xiao Bao a vivir a una villa junto al mar all铆".

El hombre del meg谩fono regres贸 al coche para deliberar, y luego enviaron tres veh铆culos para buscar a Jian Xiao en la Ciudad Yunhai. Los hombres de los dos veh铆culos restantes se quedaron para vigilar a Li Hun y los dem谩s. Ahora, Li Hun y los dem谩s eran rehenes y deb铆an ser vigilados de manera estricta.  

El hombre del meg谩fono volvi贸 a gritar: "¿Podemos esperar aqu铆 a que regrese el Joven Maestro Jian? Luego los llevaremos a todos de vuelta a la zona segura."  

Si Li Hui se negaba, podr铆a quedar al descubierto, por lo que no tuvo m谩s remedio que aceptar a rega帽adientes que se quedaran en la mansi贸n.

Las dos partes a煤n no se han enemistado del todo, y su relaci贸n sigue siendo relativamente armoniosa.

Leizi incluso cocin贸 una comida para los hombres de los dos veh铆culos. Despu茅s de que el grupo comi贸 y bebi贸 hasta saciarse, patrullaron la mansi贸n, supuestamente para proteger su seguridad, pero en realidad, estaban buscando rastros de Jian Xiao y Yibao.  

Li Hui pregunt贸 al comandante del grupo: "¿Qu茅 pasar铆a si el joven maestro Jian no regresa a la zona segura?"

El comandante sonri贸 amablemente y dijo: "No lo forzaremos a regresar. Simplemente el Comandante est谩 preocupado de que el Joven Maestro Jian est茅 en peligro por aqu铆."  

Li Hui asinti贸 pensativo: "Oh."

El comandante tambi茅n intent贸 sonsacar informaci贸n a Li Hui: "¿De verdad el joven maestro Jian se fug贸 con su joven amante?"

"S铆, yo, como un anciano, intent茅 detenerlos, pero no pude. No estoy de acuerdo con que sean homosexuales, as铆 que dije algunas palabras de oposici贸n y los reprend铆, y se fugaron en un ataque de ira. Ahora no s茅 ad贸nde han ido. Xiao Bao incluso dijo que romper铆a lazos conmigo y que no le importar铆a mi vida o mi muerte a partir de ahora."

Estas palabras de Li Hun fueron muy inteligentes, especialmente las dos 煤ltimas frases. Dado que ya hab铆an roto lazos y a Yibao no le importaba su vida o su muerte, entonces incluso si tomaban a Li Hun como reh茅n, no atraer铆an a Yibao.  

El comandante se dirigi贸 a los dem谩s y pregunt贸: "¿Cu谩l es la relaci贸n de ustedes con el Joven Maestro Jian?"

El Gordo agit贸 la mano: "Ninguna relaci贸n. Nos encontramos con 茅l en el camino."

El comandante se sinti贸 un poco decepcionado. Sinti贸 que ninguno de ellos era adecuado para ser reh茅n, y dudaba si podr铆an atraer a Jian Xiao.

Li Hun estrech贸 la mano del comandante y dijo: "Les ruego que me ayuden a encontrar a Xiao Bao. Me preocupa mucho que ese monstruo de apellido Jian lo est茅 maltratando"

El comandante le devolvi贸 el apret贸n de manos: "Nosotros tambi茅n esperamos encontrar al joven maestro Jian lo antes posible. Si tiene alguna pista, por favor, proporci贸nenosla."

Tras unas palabras poco sinceras, el comandante deambul贸 por la habitaci贸n y vio una peque帽a camisa blanca colgada en el balc贸n. Pregunt贸: "¿Qui茅n utilizaba esta camisa?".

La mirada del comandante recorri贸 a Li Hui y a los otros tres. La camisa no parec铆a ser del tama帽o de ninguno de ellos, y junto a ella colgaba un uniforme escolar blanco con rayas azules, que parec铆a pertenecer a un chico joven.

¿Cu谩l de los cuatro se parec铆a a un chico joven?

Este punto despert贸 la sospecha del comandante, que pase贸 su mirada sobre ellos.

En ese momento, Chen Ke se adelant贸 y dijo: "Esa ropa es m铆a."

Chen Ke era m谩s alto que Yibao y no parec铆a un estudiante, pero estaba muy delgado, del tipo que solo quedaba el esqueleto. Por eso, tambi茅n pod铆a ponerse la peque帽a camisa blanca, aunque las mangas le quedaran un poco cortas.  

Chen Ke se la puso en el momento para que el comandante la viera. Le entr贸, estaba un poco corta, pero era m谩s o menos de su talla.  

El comandante sonri贸 y le pregunt贸: "¿Cu谩ntos a帽os tienes? ¿Por qu茅 sigues llevando uniforme escolar?"

Chen Ke sonri贸 y dijo: "No ten铆a ropa que ponerme, as铆 que simplemente agarr茅 algunas prendas al azar".

En el apocalipsis, realmente no se era tan exigente. Mientras la ropa estuviera limpia, se usaba, sin importar si quedaba bien o no.

El comandante ya no ten铆a dudas y se sent贸 a charlar de nuevo.

Jian Xiao, que se hab铆a escondido en la monta帽a, sab铆a que esas personas no los encontrar铆an all铆, as铆 que no corri贸 muy lejos. Se escondi贸 con Yibao debajo de un 谩rbol. Hab铆a maleza por todas partes, lo que los ocultaba bien.  

Jian Xiao se sent贸 para recuperar el aliento, su pecho sub铆a y bajaba violentamente. Yibao se acurruc贸 en su pecho jadeante y solloz贸 suavemente: "Esposo, quiero volver por mi t铆o..."

Jian Xiao tom贸 la cabeza de Yibao entre sus manos y la acarici贸 suavemente: "Cari帽o, estar谩n bien. Esa gente te busca principalmente a ti. Si regresas ahora, te llevar谩n. P贸rtate bien, huye con tu esposo. Por ahora, no podemos volver."

Yibao se fue calmando gradualmente. Menos mal que ten铆a a su esposo a su lado.  

Hab铆a muchos insectos y mosquitos en la hierba. Jian Xiao sac贸 repelente de mosquitos de su espacio y roci贸 un poco sobre Yibao, luego lo cubri贸 con una manta: "No tengas miedo, estoy aqu铆, no dejar茅 que corras peligro".

Yibao alz贸 la vista y bes贸 a Jian Xiao en la barbilla: "Esposo~"

Nota del autor:

Solo quedan unos pocos cap铆tulos para el final.

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