Cap铆tulo 98: Cari帽o, ¿puedo frotarme contra ti?

      



Cap铆tulo 98: Cari帽o, ¿puedo frotarme contra ti?

Yibao se apoy贸 en Jian Xiao, al borde de las l谩grimas, incapaz de articular una sola palabra.

Jian Xiao sonri贸 feliz y sigui贸 besando la cara de Yibao: "Cari帽o, no tengas miedo, no te har茅 da帽o".

Yibao no cre铆a en las tonter铆as de Jian Xiao en absoluto, pues la diferencia de tama帽o era demasiado grande. Cuando no sent铆a dolor, no sent铆a nada m谩s que la sensaci贸n de estar muy lleno. Despu茅s de recuperar la sensibilidad al dolor, se dio cuenta de lo inc贸modo que era el estiramiento y el sentirse tan lleno.

"Cari帽o, ¿podemos descansar unos d铆as? " Yibao quer铆a tiempo para adaptarse y aceptar poco a poco la realidad.

Jian Xiao a煤n sent铆a l谩stima por 茅l. Sabiendo que estaba sufriendo mucho, no insisti贸 y prometi贸 abstenerse por unos d铆as. Solo entonces Yibao suspir贸 aliviado.

Tras adquirir la capacidad de sentir dolor, Yibao se volvi贸 mucho m谩s delicado. Por suerte, Jian Xiao lo mimaba y no le permit铆a levantarse de la cama, lo que le permit铆a descansar adecuadamente.

Jian Xiao baj贸 y subi贸 el desayuno, d谩ndole de comer a Yibao bocado a bocado. Despu茅s de comer, le dio un masaje de cuerpo entero, un masaje relajante para los m煤sculos. Yibao se sinti贸 muy a gusto y volvi贸 a dormirse.

Jian Xiao pas贸 todo el d铆a con Yibao, mientras que los dem谩s trabajaban en el campo.

Las enredaderas de calabaza crecieron muy r谩pido en el campo. Debido a que plantaron muchas, cada pl谩ntula de calabaza estaba muy junta, y era necesario arrancar algunas, de lo contrario, algunas pl谩ntulas no obtendr铆an suficientes nutrientes y no crecer铆an.

Las pl谩ntulas tiernas de calabaza que arrancaron no se pod铆an desperdiciar; pod铆an plantarse en otros lugares. El grupo pas贸 toda la tarde arrancando pl谩ntulas y volviendo a plantarlas. Ahora su huerto se extend铆a hasta donde alcanzaba la vista. Las diversas cosas que plantaron les aseguraban que no tendr铆an que preocuparse por la comida en el futuro. Sus vidas se volv铆an cada vez m谩s prometedoras.

Al contemplar el huerto, Li Hui suspir贸: "Ser铆a perfecto si Xiao Bao pudiera dar a luz a un beb茅".

Aunque Yibao tuviera diez u ocho hijos, podr铆a mantenerlos, pero Yibao simplemente no puede concebir ni uno solo.

El Gordo, con su descaro, brome贸: "Hermano Hun, puedo ser el hijo del Maestro Jian y Yibao. ¿Cree que soy adecuado? ¿Quiere que lo llame T铆o Abuelo?" 

Li Hui lo apart贸 con desd茅n: "¡L谩rgate de aqu铆!"

El hombre gordo no se fue y continu贸 promocion谩ndose: "Tengo una lengua dulce, soy bueno con todos, no me quejo durante el d铆a, no lloro por la noche, no necesito que me amamanten y no tienes que trabajar mucho para cuidarme. Adem谩s, puedo ayudar con las tareas dom茅sticas".

Li Hun se quit贸 el zapato y le dio una palmada en la boca al Gordo: "¡C谩llate!" 

Los hombres regresaron a casa riendo y bromeando. Solo entonces se dieron cuenta de que Jian Xiao y Yibao llevaban todo el d铆a sin bajar.  

Li Hui estaba algo preocupado porque tem铆a que su beb茅 estuviera siendo maltratado. Jian Xiao era un verdadero monstruo; no dejaba descansar a su beb茅 en todo el d铆a.

Li Hui estaba indignado, pero aun as铆 no ten铆a intenci贸n de interferir.

Despu茅s de un rato, Jian Xiao baj贸 y fue personalmente a la cocina a preparar gachas de arroz.

Li Hui le pregunt贸: "¿D贸nde est谩 Xiao Bao? ¿Por qu茅 no ha bajado todav铆a?"

Jian Xiao respondi贸 con naturalidad: "A Yibao le duele la espalda, no puede levantarse".

"¿Le duele la espalda?" Li Hun capt贸 el punto clave de inmediato: "¿Por qu茅 le duele la cintura? Espera, ¿recuper贸 la sensibilidad al dolor?"

Jian Xiao asinti贸, tom贸 una cuchara larga de madera y removi贸 las gachas en la olla de barro. Cuando empezaron a espesar, a帽adi贸 d谩tiles rojos.

La expresi贸n de Li Hun era indescriptible, no sab铆a si estar feliz o infeliz. Estaba feliz de que Yibao pudiera sentir dolor como un humano, por supuesto, pero recuperar el dolor significaba experimentar el sufrimiento. Antes, si se lastimaba, no sent铆a nada; incluso si se romp铆a una pierna o un pie, no importaba. Ahora, tem铆a que incluso el rasgu帽o m谩s peque帽o lo hiciera llorar durante mucho tiempo.  

Li Hun no pod铆a soportar ver sufrir a Yibao. Mir贸 la espalda ocupada de Jian Xiao en la cocina y le advirti贸 repetidamente: "A veces, cuando Xiao Bao siente dolor, prefiere aguantar y no decir nada. Debes cuidarlo bien y asegurarte de que no se lastime."

Li Hun record贸 una vez que Yibao se torci贸 el tobillo corriendo en la escuela. Su tobillo se hinch贸 mucho, pero la maestra no le dijo nada ni le puso ninguna pomada. A la ma帽ana siguiente, se levant贸 y fue cojeando a la escuela. Continu贸 yendo a la escuela as铆 durante varios d铆as seguidos, hasta que finalmente se desmay贸 en el comedor de la escuela, y fue entonces cuando la maestra lo llam贸.

Cuando Jian Xiao escuch贸 a Li Hun decir que Yibao era muy bueno aguantando el dolor, sus movimientos se detuvieron por un momento.  

Si Yibao era tan capaz de aguantar, pero esta ma帽ana hab铆a llorado de dolor varias veces delante de 茅l, ¿significaba que el dolor que 茅l le hab铆a causado era insoportable, por eso hab铆a gritado?

Jian Xiao regres贸 al dormitorio con las gachas que hab铆a cocinado personalmente.

Yibao segu铆a durmiendo, con el ce帽o fruncido incluso mientras dorm铆a.

Hac铆a tanto tiempo que no sent铆a dolor que al recuperarlo de repente, Yibao se sent铆a extremadamente inc贸modo. No quer铆a moverse en absoluto. Si se mov铆a un poco, todo su cuerpo se tensaba, y el dolor le hac铆a zumbar la cabeza.

Jian Xiao dej贸 primero las gachas, luego se inclin贸 y bes贸 a Yibao en la mejilla: "Cari帽o, te dar茅 de comer las gachas".

Jian Xiao no ayud贸 a Yibao a levantarse. Primero tom贸 un sorbo de gachas 茅l mismo, lo retuvo en la boca y luego bes贸 la boquita de Yibao, para darle de comer las gachas poco a poco.

Yibao no quer铆a comer porque sent铆a dolor al tragar, pero tampoco pod铆a no comer. Apenas comi贸 media taza y se detuvo.  

Jian Xiao se sinti贸 angustiado al ver que Yibao segu铆a sufriendo.

Para distraer a Yibao, se sent贸 en el borde de la cama y comenz贸 a contar historias de su infancia, algunas cosas tontas y vergonzosas.

Yibao escuchaba muy atentamente. Quer铆a saber todo sobre Jian Xiao y entenderlo a fondo. Mientras escuchaba, se olvid贸 temporalmente del dolor en su cuerpo y se levant贸 activamente para acurrucarse en Jian Xiao.  

Jian Xiao acarici贸 suavemente la espalda de Yibao y le cont贸, como si fueran bromas, las travesuras que hab铆a hecho de ni帽o. Por ejemplo, cuando ten铆a seis a帽os, siempre se perd铆a en los ba帽os de la escuela y no encontraba la salida. A veces, incluso se quedaba encerrado en un cub铆culo y no sab铆a c贸mo abrir la puerta. Al final, siempre era la se帽ora de la limpieza quien lo encontraba.

Yibao no pudo evitar re铆r a carcajadas: "Jajaja... ¡Qu茅 tonto es mi esposo!"  

Pensaba que alguien como Jian Xiao irradiar铆a un aura de dominio desde joven, pero nunca esper贸 que fuera tan tonto de ni帽o.

Por el contrario, Yibao era m谩s fuerte en su infancia. Ya sab铆a cocinar en ese entonces. A veces, cuando su t铆o no estaba en casa, se preparaba arroz 茅l mismo y lo mezclaba con verduras encurtidas.

Yibao se atrevi贸 a re铆rse de 茅l. Jian Xiao fingi贸 estar enfadada y le pellizc贸 la mejilla: "Cari帽o, ¿c贸mo te atreves a re铆rte de tu marido?".

Yibao se ri贸 de forma cada vez m谩s desinhibida, olvid谩ndose por completo del dolor en su cuerpo. 

Para cuando se acord贸 del dolor, ya hab铆a mejorado mucho, gracias a la distracci贸n de Jian Xiao.

Al irse a la cama por la noche, Jian Xiao siempre tiene la costumbre de frotar el peque帽o trasero de Yibao.

Yibao pens贸 que su esposo lo deseaba de nuevo y r谩pidamente se apart贸: "Esposo, prometiste que me dejar铆as descansar."  

Jian Xiao retir贸 la mano a rega帽adientes: "Lo siento, se ha convertido en una costumbre".

Aunque no pod铆an hacer nada m谩s, a煤n pod铆an abrazarse, as铆 que Jian Xiao extendi贸 la mano y abraz贸 con fuerza la cintura de Yi Bao.

La peque帽a cintura que sosten铆a era incre铆blemente flexible, lo que r谩pidamente despert贸 de nuevo el deseo de Jian Xiao: "Cari帽o, acordemos primero unos d铆as de descanso, as铆 tendr茅 un plazo claro para saber cu谩ndo esperar".

"Tres d铆as, ¿puede ser?" Yibao le pregunt贸 la opini贸n a Jian Xiao con mucho cuidado.  

Tres d铆as le parecieron demasiado tiempo a Jian Xiao. Frunci贸 el ce帽o ligeramente, pero no dijo nada.

Yibao pens贸 que su esposo era bastante vigoroso en ese aspecto, y tres d铆as ya era su l铆mite. As铆 que acort贸 un poco: "Esposo, ¿dos d铆as y medio est谩 bien?"  

Jian Xiao permaneci贸 en silencio, con el ce帽o a煤n fruncido.

Yibao se mordi贸 el dedo, luego frunci贸 los labios, dudando un momento antes de preguntar: "¿Qu茅 tal dos d铆as?"

Las cejas de Jian Xiao se relajaron ligeramente, pero no fue perceptible en absoluto.

Yibao tuvo que decir con una cara larga: 

"Entonces un d铆a."  

Jian Xiao finalmente relaj贸 completamente el ce帽o y luego dijo con una sonrisa forzada: "Cari帽o, no quiero presionarte. Puedes descansar todo el tiempo que necesites".

Aunque Jian Xiao dijo que pod铆a descansar todo el tiempo que quisiera, su expresi贸n no ment铆a.

Yibao tampoco quer铆a que Jian Xiao aguantara demasiado: "Esposo, que sea solo un d铆a."

Jian Xiao volvi贸 a preguntar: "¿Es suficiente un d铆a de descanso? Est谩 bien si es m谩s tiempo."

Yibao mir贸 la expresi贸n de Jian Xiao: "¿De verdad?"

Jian Xiao asinti贸 sonriendo: "De verdad."

Yibao dijo: "Entonces quiero descansar tres d铆as."

Jian Xiao apenas logr贸 forzar una sonrisa y acept贸 frunciendo el ce帽o mientras asent铆a: "De acuerdo."

Despu茅s de eso, ninguno de los dos regate贸 m谩s, y el tiempo se estableci贸 formalmente.  

El primer d铆a, Jian Xiao pudo soportarlo. Mantuvo una gran tienda de campa帽a montada d铆a y noche, pero pudo fingir que no pasaba nada y bajar el arma manualmente 茅l mismo.

Los dem谩s se dieron cuenta de que Jian Xiao se estaba conteniendo. Se pod铆a notar en su respiraci贸n.  

Los hombres se entend铆an entre s铆, porque a veces estas cosas estaban fuera de su control, por eso existe la frase de que 'los hombres solo piensan con la parte de abajo'.

Jian Xiao ahora cuenta los segundos; tres cortos d铆as le parecen tres a帽os.

Yibao no pod铆a imaginar que Jian Xiao estuviera sufriendo tanto. Tampoco pod铆a soportar verlo, as铆 que tom贸 su peque帽a almohada y se prepar贸 para ir a dormir a la habitaci贸n de al lado por una noche, para que Jian Xiao no se sintiera inc贸modo al verlo.  

Jian Xiao, aunque se sent铆a inc贸modo, a煤n quer铆a abrazar a Yibao mientras dorm铆an: "Cari帽o, no te vayas".

Yibao ten铆a un poco de miedo de que Jian Xiao se 'colara' mientras dorm铆a, as铆 que se revolvi贸 varias veces, queriendo ir a dormir a la habitaci贸n de al lado.  

Jian Xiao se aferr贸 a 茅l con fuerza, incluso recurriendo a t谩cticas coquetas: "No puedo dormir sin ti".

Yibao se abland贸 y se acurruc贸 en los brazos de Jian Xiao: "Esposo~" 

Tuvo que asumir las consecuencias de sus propios actos, as铆 que Jian Xiao esper贸 hasta bien entrada la noche antes de recurrir a la s煤plica: "Cari帽o, ¿puedo frotarme contra ti?".

Yibao fingi贸 estar dormido, sin responder a la pregunta.

Jian Xiao dijo: "Si no dices nada, lo tomar茅 como un s铆."

Yibao: "..."

Antes de que Yibao pudiera siquiera negarse, Jian Xiao comenz贸 a frotarse contra 茅l.

Yibao sinti贸 que estaba a punto de echar chispas por la fricci贸n.

Yibao hundi贸 su rostro sonrojado en la almohada y dijo con impotencia: "Esposo... quiero dormir..."

Jian Xiao se qued贸 desconcertado por un momento: "Pens茅 que estabas dormido".

Con tanta intensidad, incluso si estuviera dormido, ¡lo habr铆a despertado con el roce!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Facebook Wattpad Instagram
Ko-Fi PayPal