Yibao todav铆a era portador del virus. Una vez, durante un encuentro 铆ntimo con Jian Xiao, sinti贸 tanto dolor que abri贸 la boca y mordi贸 el brazo de su esposo. Accidentalmente le rompi贸 la piel y el virus que portaba entr贸 en el cuerpo de Jian Xiao.
Como Jian Xiao era un usuario de habilidades, el riesgo de infecci贸n era menor, pero desafortunadamente, se infect贸. Esa misma noche, mostr贸 s铆ntomas de infecci贸n: fiebre y convulsiones. Despu茅s de un per铆odo de espasmos en la cama, se convirti贸 en un zombi sin conciencia propia. Solo pod铆a emitir sonidos de rugidos.
Yibao entr贸 en p谩nico, sentado aturdido en la cama, mirando a su esposo convertido en zombi.
Incluso despu茅s de que Jian Xiao se convirtiera en zombi, segu铆a amando abrazar a Yibao.
Al ver a Yibao aturdido, lo atrajo hacia sus brazos, lo bes贸 y abraz贸 por un rato, antes de quedarse dormido satisfecho. Desde esa perspectiva, no parec铆a muy diferente de lo habitual.
Yibao tambi茅n estaba cansado. Encontr贸 una posici贸n c贸moda en los brazos de Jian Xiao y se durmi贸.
A la ma帽ana siguiente, el hombre gordo vino y llam贸 a la puerta para despertarlos para el desayuno.
Jian Xiao oli贸 el olor a carne humana y se levant贸 de un salto, despertando a Yibao en el proceso.
Yibao record贸 que su esposo se hab铆a convertido en un zombi, y que el Gordo estar铆a en peligro si se acercaba. R谩pidamente le dijo al Gordo, que estaba afuera de la puerta, que se alejara.
El Gordo, al enterarse de que el Maestro Jian se hab铆a convertido en zombi, se sinti贸 inquieto: "Yibao, ¿podr谩s manejarlo t煤 solo?"
Yibao mir贸 la apariencia aturdida y confusa de Jian Xiao en ese momento, y lo persuadi贸: "Esposo, no muerdas a otras personas, su carne no sabe bien."
Esa frase sonaba familiar, como algo que Jian Xiao le hab铆a dicho antes a Yibao.
Jian Xiao entendi贸 las palabras de Yibao y asinti贸 obedientemente.
Yibao sonri贸, levant贸 la mano y acarici贸 la gran cabeza de Jian Xiao: "Buen chico."
Despu茅s de haber 'domesticado' a Jian Xiao, Yibao lo tom贸 de la mano y salieron juntos de la habitaci贸n.
El hombre gordo ya hab铆a corrido muy lejos y se qued贸 a cierta distancia, gritando: "Maestro Jian, ¿a煤n se acuerda de m铆?"
Jian Xiao lo ignor贸 por completo. Su mirada se centraba solo en Yibao. Por muy fragante que fuera la carne humana, no le resultaba atractiva. Solo le gustaba la carne de Yibao, y deseaba darle un gran mordisco de inmediato.
Cuando el Gordo vio al Maestro Jian babeando por Yibao, supo que estaba a salvo.
Alguien tan exigente como el Maestro Jian sin duda solo se comer铆a a Yibao, que tiene piel delicada y carne tierna. ¿C贸mo podr铆a alguien como yo, con mi piel 谩spera y carne gruesa, llamar la atenci贸n del Maestro Jian?
El hombre gordo se relaj贸 gradualmente y se acerc贸 con cautela: "Yibao, ¿puedes controlar al Maestro Jian? ¿Deber铆amos traer una cuerda para atarlo?"
"No es necesario, mi esposo es muy obediente." Yibao incluso se puso de puntillas a modo de recompensa, para acariciar la cabeza de Jian Xiao.
Jian Xiao parec铆a un perrito faldero, con la lengua fuera y jadeando sobre el labio inferior. No se diferenciaba en nada de un perro. Claro que solo actuaba as铆 delante de Yibao. Cuando se gir贸 para encarar al hombre gordo, le mostr贸 los dientes con fiereza.
El hombre gordo se asust贸 tanto que retrocedi贸 dos grandes pasos: "Maestro Jian, no sea tan feroz conmigo. No tomar茅 su comida. La carne de Yibao le pertenece solo a usted."
Al o铆r esto, Jian Xiao qued贸 muy satisfecho. Alz贸 la barbilla con arrogancia y volvi贸 la mirada hacia Yibao.
Tras enterarse de que Jian Xiao se hab铆a convertido en zombi, Li Hui solo quer铆a llevarse a Yibao cuanto antes: "Xiao Bao, ser谩 muy peligroso que te quedes con 茅l".
Yibao sujet贸 con fuerza la mano de Jian Xiao, diciendo: "T铆o, est谩 bien".
Al ver la expresi贸n de Jian Xiao, que parec铆a querer devorar a Yibao entero, Li Hui no pudo evitar preocuparse: "Ten cuidado, podr铆a comerte".
Yibao examin贸 detenidamente a su marido y comprob贸 que segu铆a igual que siempre. Siempre la miraba de esa manera, como si quisiera devorarlo por completo. Yibao ya se hab铆a acostumbrado.
Li Hui segu铆a preocupado y se acerc贸 para separarlos a la fuerza. Pero justo cuando iba a apartar a Yibao, Jian Xiao le mordi贸 el brazo. Si no hubiera llevado mangas largas, probablemente le habr铆a arrancado un buen trozo de carne.
Li Hui retir贸 el brazo y dijo: "Xiao Bao, mira qu茅 peligroso es. Siempre est谩 intentando morder a la gente".
Yibao sigui贸 defendiendo a su esposo: "T铆o, solo no le gusta que me jales."
Y de hecho, la realidad era esa. A Jian Xiao no le gustaba que nadie tocara su piel.
Li Hun, al ver que Yibao no escuchaba, se dio por vencido. Sab铆a que era muy probable que Jian Xiao no lastimara a Yibao.
Tras convertirse en zombi, Jian Xiao ya no pod铆a valerse por s铆 mismo. Yibao lo cuid贸 con esmero y, con paciencia, le daba de comer cucharada a cucharada.
Si Jian Xiao no come, Yibao tiene que persuadirlo como a un ni帽o: "Esposo, p贸rtate bien, come y te dar茅 un beso".
Jian Xiao comi贸 obedientemente para poder besarlo.
Tras terminar de comer, inmediatamente frunci贸 sus finos labios, deseando un beso.
El gordo realmente quer铆a grabar esta escena y mostr谩rsela al Maestro Jian cuando recuperara la consciencia.
Yibao cumpli贸 su palabra. Tom贸 el apuesto rostro de su esposo entre sus manos, le dio un gran beso y a帽adi贸: "Qu茅 buen chico."
Jian Xiao, ahora tonto, era muy obediente. Hac铆a todo lo que Yibao le dec铆a.
Por la noche, al dormir, tambi茅n era honesto y no se mov铆a. Solo lo abrazaba un poco fuerte, como si temiera que Yibao se escapara.
Yibao ya hab铆a aceptado con calma el hecho de que Jian Xiao se hab铆a convertido en zombi.
Y ya hab铆a decidido que cuidar铆a de su esposo para siempre, tal como su esposo lo hab铆a cuidado a 茅l.
Yibao le ense帽ar铆a a Jian Xiao poco a poco c贸mo cuidarse solo.
"Esposo, esta vez me toca a m铆 cuidarte."
Li Hui desaprobaba en茅rgicamente que su Xiao Bao estuviera con una persona con discapacidad intelectual y se quej贸 a Chen Ke: "¿Significa esto que mi Xiao Bao tendr谩 que cuidarlo de ahora en adelante?".
Chen Ke se sinti贸 un poco triste despu茅s de escuchar esto: "Hermano Hui, si en el futuro me convierto en alguien como el Maestro Jian, ¿a煤n me querr谩s?"
Li Hui respondi贸 de inmediato: "Por supuesto que estoy dispuesto, no importa en qu茅 te conviertas".
Chen Ke sonri贸 y se sinti贸 tranquilo: "Ves, si t煤 me querr铆as, no hace falta decir que Yibao tambi茅n estar谩 dispuesto a cuidar al Maestro Jian. Igual que yo estar铆a dispuesto a cuidarte si te volvieras as铆."
Despu茅s de que Chen Ke lo dijera, Li Hun lo entendi贸 al instante.
Sin embargo, Jian Xiao recuper贸 la conciencia al d铆a siguiente, sin darle a Yibao la oportunidad de cuidarlo por toda la vida.
Tras recobrar la consciencia, Jian Xiao se negaba a afrontar lo sucedido el d铆a anterior. En realidad... suspir贸... su aura dominante se hab铆a reducido considerablemente. ¿C贸mo podr铆a mantener su prestigio frente a los dem谩s ahora, especialmente frente a Yibao? No pod铆a mirarlo a la cara.
Jian Xiao yac铆a en la cama, sinti茅ndose completamente desesperado y sin querer abrir los ojos. Pero si no los abr铆a, no podr铆a ver el adorable rostro de su beb茅. Tras agonizar durante m谩s de diez minutos, finalmente los abri贸.
Yibao a煤n no se hab铆a despertado. Jian Xiao lo bes贸 con ferocidad.
Yibao despert贸 con un beso. Al ver que los ojos de su esposo ya no reflejaban la "sabidur铆a" del d铆a anterior, supo que hab铆a recobrado la consciencia.
Yibao quiso asegurarse: "Esposo, ¿ya est谩s mejor?"
"Mejor," respondi贸 Jian Xiao. "Mejor que nunca."
Yibao sonri贸 y pregunt贸: "¿Y recuerdas lo que pas贸 ayer?"
Si Jian Xiao dec铆a que recordaba, su vida social habr铆a terminado. As铆 que minti贸 sin cambiar su expresi贸n: "No recuerdo. ¿Pas贸 algo especial ayer?"
Jian Xiao fingi贸 no recordar. Yibao tampoco insisti贸, sacudi贸 la cabeza y dijo: "No pas贸 nada especial, solo que mi esposo fue excepcionalmente obediente ayer."
Jian Xiao no quer铆a detenerse en lo sucedido ayer y r谩pidamente cambi贸 de tema: "Se est谩 haciendo tarde, deber铆amos levantarnos".
"Mmm." Yibao sonri贸 y se levant贸 de la cama.
Cuando el Gordo volvi贸 a ver a Jian Xiao y not贸 que el Maestro Jian hab铆a vuelto a la normalidad, arriesgando su vida dijo:
"Maestro Jian, pens茅 que nunca m谩s volver铆a a la normalidad. Si no hubiera vuelto, tendr铆a que ver a Yibao persuadi茅ndolo todos los d铆as, diciendo 's茅 bueno, c贸mete la comida, y te dar茅 un beso'... ¡Jajajajaja!"
El hombre gordo se burlaba de 茅l sin piedad, y Jian Xiao ya no pudo ocultar el brillo asesino en sus ojos.
El hombre gordo se dio cuenta de que hab铆a ido demasiado lejos y se dio la vuelta para huir.
Jian Xiao respir贸 hondo, mir贸 a Yibao y dijo: "Cari帽o, olvida lo que pas贸 ayer. Empecemos de nuevo y finjamos que nunca sucedi贸".
"Esposo, no quiero olvidarlo." Yibao adoraba lo obediente que era Jian Xiao. Pens贸 que su esposo hab铆a estado adorable ayer, y le encant贸 tanto que quer铆a recordarlo para siempre.
"¿Por qu茅?" Jian Xiao no pod铆a entenderlo. ¿De verdad a Yibao le hab铆a gustado su est煤pida apariencia?
Yibao hizo un puchero y murmur贸: "Porque la forma en que mi esposo pide mimos era muy tierna."
El rostro de Jian Xiao se puso rojo como un tomate: "..."
Qu茅 verg眉enza social, pero al mismo tiempo estaba muy feliz.
Finalmente, Jian Xiao cedi贸: "De acuerdo".
Yibao lo abraz贸 por el cuello, colg谩ndose de 茅l y pregunt贸: "Esposo, ¿ya lo recuerdas?"
Jian Xiao admiti贸: "S铆".
Yibao se rio como el Gordo, sin parar de carcajearse.
Jian Xiao sinti贸 que hab铆a perdido todo su prestigio, pero si Yibao era tan feliz, no le importaba.
"Cari帽o, no me muerdas la piel la pr贸xima vez." Jian Xiao no quer铆a perder el conocimiento; se ver铆a demasiado rid铆culo.
Aunque lo sucedido ayer era insoportable de recordar, Jian Xiao recordaba firmemente las palabras de Yibao de que cuidar铆a de 茅l durante el resto de su vida.
Incluso cuando se convirti贸 en un completo idiota, Yibao nunca lo abandon贸, lo cual lo conmovi贸 profundamente.
Jian Xiao abraz贸 a Yibao y le susurr贸 dulces palabras: "Eres un regalo del cielo para m铆".
Li Hui se acerc贸 lentamente con Chen Ke, rompiendo el ambiente: "¿Qu茅 est谩n haciendo?"
Jian Xiao record贸 que ayer Li Hun hab铆a intentado que Yibao lo dejara, as铆 que se acerc贸, le solt贸 un pu帽etazo y lo maldijo llam谩ndolo 'oportunista'.
Jian Xiao solo lanz贸 un pu帽etazo antes de detenerse r谩pidamente.
Yibao no lo detuvo, ni sinti贸 l谩stima por su t铆o; se mantuvo firme al lado de su esposo.
Li Hui estaba completamente desconsolado; un sobrino casado era como agua derramada de una taza.
Afortunadamente, Chen Ke lo quer铆a y le ayud贸 a frotarse el ojo hinchado.
Jian Xiao no quer铆a verlos tan acaramelados, as铆 que llev贸 a Yibao a desayunar.
Si Li Hui se atreve a intentar hacer que Yibao lo abandone de nuevo, Jian Xiao sin duda lo golpear谩 hasta casi matarlo, dej谩ndolo solo capaz de caminar con muletas por el resto de su vida.

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