Capítulo 80: Bebé, no llores, espérame dos días.

 

Capítulo 80: Bebé, no llores, espérame dos días.

Él es su persona, él lo protegerá. Nadie puede tocarlo. Si alguien se atreve, lo arriesgará todo para luchar contra ellos. Incluso si ese alguien es su padre, no cederá ni un centímetro.

Jian Xiao declaró: 

"Si quieres llevarte a Yibao, tendrás que matarme u olvidarte de la idea".

Jian Shiqiang era un hombre tradicional que prefería mantener la imagen de su padre, pero al mismo tiempo se preocupaba por sus hijos. Siendo Jian Xiao su único hijo, le era imposible permitir que la relación entre padre e hijo se volviera irreconciliable. Bajó la voz y dijo:

"Solo hago esto por su seguridad"

"¿Acaso Yibao no está seguro a mi lado?"

Aunque Jian Xiao codiciaba el cuerpo de Yibao como un chacal o un tigre, era mucho mejor que la gente que constantemente codiciaba la sangre de Yi Bao.　　

Ahora que se había descubierto que la sangre de Yi Bao tenía efectos antivirales, esa gente seguramente estaba tramando algo en sus mentes, y tal vez todos querían extraer hasta la última gota de la sangre de Yibao.

Al ver a su hijo montar semejante rabieta, Jian Shiqiang se quedó perplejo.

"Hay tantos hombres y mujeres guapos en la zona segura. ¿Por qué estás tan obsesionado con él? Puedes elegir lo que quieras".

"¿Crees que soy tú? ¡Arruinaste tus riñones hace mucho tiempo! ¡Ya no puedes tener relaciones y aún así tienes amantes afuera! ¿Sabes cómo murió mi madre? Ella no murió de cáncer, ¡fue tu culpa! Pasaba todos los días en casa, deprimida, viendo tus noticias escandalosas. ¿Cómo esperabas que viviera?"

Cuanto más hablaba Jian Xiao, más se enfurecía, hasta que finalmente rugió, con el rostro enrojecido y las venas saltándole en la frente, casi perdiendo la compostura.　　

Él era pequeño entonces y no pudo proteger a su madre, pero si ahora no podía proteger ni siquiera a Yi Bao, de nada servía haber crecido tanto. Antes del apocalipsis, Jian Xiao había fundado un vasto imperio comercial por sí mismo, aunque el imperio se derrumbó con el fin del mundo. Pero eso no significaba que no tuviera poder. Todavía tenía la capacidad de enfrentarse a su padre.　　

"Sé que tú y el tío Yan llevan mucho tiempo enemistados. Espero que entiendas lo que digo."

El subtexto de esta frase era que podía traicionar a su padre y unirse a otros en cualquier momento.

Jian Shiqiang estaba tan enojado que no dejaba de sujetarse el pecho, como si le fuera a dar un infarto en cualquier momento. Su hijo era muy capaz y sabía cómo devolverle el golpe.

Jian Xiao no siguió enfadando a su padre. Primero bajó a Yibao de sus brazos, luego abrió el cajón debajo del escritorio de su padre y encontró un frasco de pastillas de acción rápida para el corazón.

Después de que Jian Shiqiang tomó la medicina, se calmó lentamente.

Jian Xiao se calmó y dijo:

"'Papá, tu salud está empeorando, ya no puedes seguirle el juego a esa gente. Solo puedes confiar en mí, así que es mejor que no me obligue a irme, de lo contrario, realmente estarás aislado e indefenso.".

Para proteger mejor a Yibao, Jian Xiao necesita poder y anhela tenerlo, por lo que debe ser sumiso ante su padre. Mantenerse unido contra el mundo exterior es la mejor opción.

Jian Shiqiang siempre se ha negado a admitir que su salud se está deteriorando, pero la realidad está frente a él. Realmente no puede vencer a esos viejos zorros. Solo tiene a su hijo, y no puede obligarlo a unirse al bando enemigo.

Jian Shiqiang levantó la cabeza y miró a Jian Xiao, que estaba de pie junto a él. Hacía años que no miraba a su hijo con atención. Había crecido muchísimo, como un árbol imponente, e incluso él necesitaba admirarlo.

Después de pensarlo, Jian Shiqiang finalmente hizo una concesión.

Aparte del Viejo Maestro Jian, solo las personas del laboratorio sabían que Yibao tenía anticuerpos, pero esas personas en el laboratorio deberían haber informado a otros ejecutivos superiores, por lo que este asunto no podía mantenerse en secreto entre los ejecutivos superiores.

Jian Xiao decidió difundir noticias falsas, alegando que Yibao había sido aislado para confundir a todos primero, y luego silenciosamente sacaría a Yibao de la zona segura a otros lugares para garantizar su seguridad.

Li Hun, el gordo y los demás esperaban ansiosamente los resultados.

Li Hun estaba especialmente ansioso, dando vueltas en círculos:

"¡¿Qué debo hacer?! Me pregunto si diseccionarán a Xiaobao".

"No pienses así. El Maestro Jian no permitirá que algo así suceda."

El hombre gordo aún estaba muy seguro al decir esto, pues llevaba tanto tiempo con Jian Xiao y podía ver claramente los sentimientos sinceros entre ellos.

Li Hun también lo vio y también esperaba que Jian Xiao pudiera proteger a Yibao.

El hombre gordo se tocó la nariz y dijo:

"Aunque la intención inicial del Maestro Jian era un poco impura, y solo le importaba el anticuerpo de Yibao, su objetivo ahora es puramente el cuerpo de Yibao".

Li Hun abrió mucho los ojos y miró fijamente al hombre gordo:

"¿Qué dices? ¿Jian Xiao solo se interesó inicialmente por el anticuerpo de Xiao Bao"

"Ese es de hecho el caso..."

Jian Xiao le había explicado al Gordo que no era así, pero el Gordo todavía creía que esa era la verdad.

Li Hun, quien creía saber la verdad, estaba furioso. Resultó que su Xiaobao había sido usado desde el principio hasta el final.

Por otro lado, Jian Xiao planeó enviar a alguien para sacar en secreto a Yibao de la zona segura, porque el asunto de los anticuerpos ya no se podía ocultar, por lo que tenía que irse lo antes posible, de lo contrario esas personas no dejarían ir a Yibao fácilmente.

Jian Xiao abrazó a Yibao y le dijo:

"Cariño, puede que tengamos que estar separados dos días. No te preocupes, son solo dos días. Ve a un lugar seguro y espérame. Iré a buscarte cuando termine mi trabajo aquí".

Jian Xiao también necesitaba encontrar un sustituto para Yi Bao para hacer de tapadera en la Zona Segura.　　

Cuando Yibao escuchó la palabra "separarse", sus ojos de repente se pusieron rojos y gritó entre sollozos:

"Gran carne..."

Jian Xiao también estaba muy triste. Lamentaba haber traído a Yibao, pero la situación no era tan grave como para descontrolarse y aún podía salvarse. Si esperaba más y ese grupo tomaba medidas coercitivas, no podría salvar a Yibao.

"Pórtate bien, no llores. Iré a buscarte pronto. Espérame, ¿de acuerdo?"

Jian Xiao besó la carita de Yibao una y otra vez, despidiéndose.

Aunque seamos extremadamente reacios, aún así tenemos que separarnos.

Jian Xiao metió a Yibao en una caja de espuma. Antes de cerrar la tapa, dijo:

"Cariño, juguemos al escondite. Escóndete aquí y no hagas ruido. Déjame encontrarte. Si ganas, te daré dulces sin parar".

Yibao no quiere ganar ni comer dulces. Quiere que la Gran carne lo encuentre.

Jian Xiao no soportaba ver llorar a Yibao, así que rápidamente cerró la tapa, se acostó y le dijo a Yibao:

"No hagas ningún ruido. Si haces algún ruido, será una falta y te atraparán. Quédate aquí y espera a que te encuentre. No te preocupes, seguro que te encontraré".

Pronto no se oyó ningún sonido dentro de la caja.

Jian Xiao selló el exterior con cinta y luego hizo que alguien lo sacara del área segura.

Li Hun y los demás también recibieron la noticia, pero esta noticia era información falsa publicada por Jian Xiao, afirmando que Yibao había sido aislado.

Li Hun y el gordo se enojaron al enterarse de la noticia falsa. ¡Y pensar que habían confiado mucho en Jian Xiao! Pero al final no pudieron proteger a Yibao.

Li Hun ignoró la obstrucción del hombre gordo y fue hacia Jian Xiao para discutir con él furioso.

La persona que insistió en traer a Yibao a esta zona segura fue Jian Xiao, la persona que dijo repetidamente que no dejaría que nada le sucediera a Yibao también fue Jian Xiao, y al final, la persona que estaba pensando en los anticuerpos de Yibao seguía siendo Jian Xiao.

Li Hun quería preguntarle a Jian Xiao en persona por qué su actuación era tan buena y por qué podía retratar el profundo afecto con tanta seriedad y ocultárselo a todos.

El hombre gordo abrazó con fuerza la cintura de Li Hun y lo arrastró hacia atrás: 

"Hermano Hun, cálmate. El Maestro Jian encontrará la manera de rescatar a Yibao. El Maestro Jian no quiere que Yibao esté encerrado. No podemos pelear entre nosotros en este momento".

"¿No quiere que encierren a Yibao? ¿Entonces por qué insistió en volver aquí y desarrollar esa maldita vacuna? ¿No estaba apuntando a los anticuerpos de Yibao desde el principio? ¿Por qué sigues defendiéndolo? ¿Qué hay que defender?" 

Li Hun apartó al hombre gordo con fuerza, pero su peso era inmenso y no pudo moverlo.

Los dos forcejearon en el pasillo por un momento. En ese momento, escucharon pasos que se acercaban, pero ninguno de los dos tuvo tiempo de prestar atención y continuaron discutiendo, hasta que Jian Xiao apareció a la vista, y solo entonces se detuvieron brevemente.

Entonces Li Hun, como enloquecido, corrió hacia Jian Xiao, agarró su cuello y gritó:

"¿Dónde está Xiao Bao? ¡Te pregunto dónde está Xiao Bao! ¿Lo entregaste? ¡Y yo que confié tanto en ti, pensando que eras el lugar seguro de Xiao Bao! Pero me equivoqué al juzgarte Si algo le pasa a Xiao Bao, no te lo perdonaré.".

Jian Xiao lo miró fríamente: 

"Empaquen sus cosas. Vayan a esperar fuera de la Zona Segura".

"Ahora que ya no somos útiles, planeas deshacerte de nosotros, ¿verdad? Bah...", espetó Li Hun con fiereza.

El hombre gordo tampoco lo podía creer: 

"Maestro Jian, ¿de verdad va a echarnos?"

Pensó que podría aferrarse a este muslo y prosperar en el apocalipsis, pero al final...

"Vayan a reunirse con Yibao fuera de la Zona Segura. Enviaré a Leizi para que los lleven a un lugar más seguro. En dos días, iré a buscarlos. Recuerden cuidar bien a Yibao. Si en dos días veo que a Yibao le falta un solo cabello, les pediré cuentas".

Li Hun y el hombre gordo quedaron atónitos después de escuchar esto, pero Jian Xiao no tuvo tiempo de explicarles tanto y los instó a moverse más rápido para no ser descubiertos.

Li Hun y el hombre gordo llevaron su equipaje cada uno, pero este estaba lleno de bocadillos que a Yibao le gustaba comer. Estos bocadillos estaban preparados para Yibao, y ellos solo eran los transportadores de snacks.

Gracias a las conexiones de Jian Xiao, pudieron salir de la zona segura sin problemas.

Después de llegar a las afueras de la zona segura, vieron a Lei Zi sentado en un camión.

Li Hun y el gordo subieron al auto y le preguntaron a Lei Zi: 

"¿Dónde está Xiaobao?"

Lei Zi señaló la gran caja de espuma en la parte trasera: 

"Está ahí dentro. No puedes abrirla ahora. Debemos esperar hasta que estemos lo suficientemente lejos".

Leizi subió el camión y lo condujo durante más de diez kilómetros. Solo entonces, los tres se bajaron y abrieron la caja de espuma.　　

Yibao lloraba por dentro hasta que se le hincharon los ojos, pero se mordió los labios con fuerza y ​​no se atrevió a emitir ningún sonido.

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