Capítulo 79: ¿Qué hacer si el Sr. Jian es demasiado pervertido?

       

Capítulo 79: ¿Qué hacer si el Sr. Jian es demasiado pervertido?

Jian Xiao dejó su tazón y sus palillos, y rápidamente apartó a Yibao de donde estaba mordisqueando sus piececitos. Se dio cuenta de que el colgante de jade de su tobillo había desaparecido, y sabiendo que se lo había comido, metió los dedos con ansiedad en la boca de Yibao: 

"Pequeño tesoro tonto, ¿por qué te lo comes todo?"

El colgante de jade no estaba en la boca de Yibao. Parecía que se lo había tragado y había entrado en su estómago.

Yibao estaba borracho y no cooperó con Jian Xiao en absoluto. Negó con la cabeza, se levantó tambaleándose, y nadie sabía qué quería hacer.

Jian Xiao sujetó a la persona sobre su muslo para evitar que corriera y se golpeara. En cuanto al colgante de jade, solo podía esperar a que Yibao lo expulsara.

El Gordo y Li Hun seguían bebiendo y brindando con fervor. Jian Xiao no se unió a ellos y regresó al dormitorio con Yi Bao en brazos.　　

Yibao dio vueltas en la cama un rato, y cuando ya no le quedaban fuerzas, se quedó dormido. Jian Xiao lo cubrió con una manta y luego fue a la sala a ver a los tres chicos. Tenían vino y carne, y bebían tanto que incluso pusieron los pies sobre la mesa.

Jian Xiao no quiso limpiar el desastre después de beber, así que los echó antes de que se emborracharan demasiado. Al cerrar la puerta, la habitación se volvió mucho más silenciosa.

Jian Xiao fue al baño para ducharse primero, luego regresó y abrazó a Yibao para dormir.

Jian Xiao también bebió un poco de vino. Aunque no lo emborrachó, lo hizo dormir profundamente y rápidamente cayó en un sueño. Tuvo dos sueños completamente diferentes.

El primer sueño fue en un cementerio. El niño de cinco años estaba arrodillado frente a una lápida. Todos los dolientes se habían marchado, y él era el único que quedaba allí. La única persona en el mundo que podía darle calor había fallecido. Había llorado en su manta hasta altas horas de la noche y le había sollozado a su padre por teléfono, pero nunca había llorado delante de extraños. Su espalda arrodillada era tan firme que no parecía la de un niño de cinco años.

El segundo sueño era sobre Yibao. El adorable niño tropezó y se topó con las ruinas, lo encontró atrapado debajo y sacó el único dulce que le quedaba del bolsillo para dárselo. Justo cuando extendía la mano, la escena cambió. Yibao se quitó el ridículo sombrero con cabeza de tigre y se paró frente a él con una camisa blanca, lleno de juventud, con el aspecto de un estudiante de secundaria. ¿Será esta la imagen de Yibao antes de convertirse en zombi? También era muy lindo y puro.

Pero Jian Xiao se sintió un poco nervioso y culpable. Ahora que su Yibao ha recuperado la memoria, ¿realmente lo reconocerá como su marido?

Si no lo reconocía, ¿significaba que perdería hasta esta última calidez? Pero esta vez, no sería capaz de ocultar sus emociones frente a los demás como cuando era niño, ni de soportar todo el dolor con firmeza. Esta vez, se volvería loco.　　

Así que, en el sueño, Jian Xiao corrió a toda velocidad hacia la espalda del niño. Su mano estaba casi allí, a punto de agarrar la suya. En el momento crítico, una luz blanca brilló ante sus ojos y despertó.

Tan pronto como abrí los ojos, vi la cabecita de Yibao con un ridículo sombrero de tigre.

Yibao se despertó primero, y al ver que Gran carne seguía durmiendo, se subió encima de él y lo despertó: "Ah... Gran carne..."

"Yibao", gritó Jian Xiao, pero notó que su voz estaba seca y ronca. Tosió y su voz volvió a la normalidad. Levantó la mano y tocó la nuca de Yibao: 

"¡Qué pronto te despertaste!".

Jian Xiao durmió demasiado y ya son las nueve de la mañana.

En este punto, Yibao tiene mucha hambre.

Jian Xiao se levantó y llevó a Yibao al baño para asearse.

Mientras lavaba los platos, pensó en Yibao, que se comió el colgante de jade ayer y debería poder expulsarlo el día de hoy.

Jian Xiao colocó a Yibao en el inodoro: 

"Bebé, haz caca primero antes de comer".

A Yibao no le gusta sentarse en el inodoro porque no tiene nada debajo del trasero y eso hace que se sienta inseguro. Agita sus manitas y le pide a Jian Xiao que lo sostenga.

Jian Xiao se agachó frente a Yibao y le secó la cara con una toalla mientras decía: 

"Hay que sacar el colgante de jade. Es muy peligroso que se quede en tu cuerpo".

Yi Bao tuvo que obedecer y esforzarse.

Como realmente no tenía ganas, esperó más de una hora hasta que finalmente salió un poco.

Jian Xiao apartó a Yi Bao y luego fue a buscar unos palillos para revólver dentro del inodoro. Aunque el colgante de jade no era algo valioso o útil, él sentía que era muy espiritual y tenía que encontrarlo.

Ya se habían levantado tarde, y tras más de una hora de arduo trabajo, a las once, Lei Zi y los demás llegaron a preparar el almuerzo para Jian Xiao. Incluso fueron al almacén en nombre del joven maestro Jian para conseguir muchos ingredientes frescos.

El gordo y Li Hun le estaban diciendo a Lei Zi los nombres de los platos que querían comer. Los tres se dirigieron a la puerta de Jian Xiao, charlando y riendo. Llamaron a la puerta, pero nadie respondió. Volvieron a llamar, pero nadie respondió.

Ya es muy tarde, incluso si el Sr. Jian fuera un cerdo, debería haberse despertado, y Yibao debería haberse despertado del hambre, entonces ¿por qué nadie responde cuando llamo a la puerta?

El hombre gordo se preguntó si habría pasado algo. Los tres tuvieron la misma idea y forzaron la puerta directamente, luego entraron a la sala. La sala estaba en silencio. La puerta del dormitorio estaba abierta y se oía la voz de Yibao desde adentro.

El hombre gordo entró con valentía en la habitación. Había un baño separado. Se acercó y echó un vistazo. Cuando vio a Jian Xiao usando palillos para recoger algo del inodoro, su visión del mundo se hizo añicos.

El hombre gordo corrió, agarró al Maestro Jian por la cintura por detrás y lo sacó del baño, gritando: 

"Maestro Jian, sé que ama profundamente a Yibao, pero no puede ser tan desvergonzado. Está bien probar fluidos corporales con sabor a Wangzai, pero esto realmente no es comestible. ¡Tiene que volver en sí!".

Lei Zi y Li Hun, que los seguían, no entendieron muy bien la situación, pero cuando vieron a Jian Xiao de pie junto al baño con palillos en la mano y al hombre gordo diciendo esas palabras, adivinaron la mayor parte de lo que estaba pasando.

Lei Zi también se acercó para persuadir a Jian Xiao:

 "Maestro Jian, puedo cocinar cualquier plato que quiera. No solo sé cocinar comida de Hunan, sino también de Hangzhou, cantonesa y de Sichuan. No coma esta porquería. No tiene ningún valor nutritivo".

Li Hun también intentó persuadirlo: 

"Sí, sobrino político, sé que te gusta mucho Xiaobao y que no te importa nada, pero este sabor es demasiado fuerte. Si Xiaobao recupera la memoria y se entera, me temo que no se atreverá a besarte más".

Hablaron tanto que a Jian Xiao le dolía la cabeza.

"¿En qué están pensando?" 

Jian Xiao apartó al hombre gordo que lo sujetaba y explicó con impotencia: 

"Yibao se tragó el colgante de jade. Solo lo buscaba".

Sabiendo que era un malentendido, los tres respiraron aliviados. Por suerte, Jian Xiao no era tan pervertido.

El hombre gordo dio un paso atrás: 

"Maestro Jian, ¿lo ha encontrado?"

Es muy peligroso tragarse un colgante de jade.

Jian Xiao presionó el botón de descarga del inodoro y dijo: 

"No, tendré que dejar que Yibao haga caca unas cuantas veces más tarde. No se amontonen aquí, salgan".

Los tres volvieron uno tras otro a la sala, ordenaron y se prepararon para cocinar.

Jian Xiao también llevó a Yi Bao a la sala de estar. Antes de la comida, le dio un montón de snacks a Yi Bao para que comiera, y así, comer más significaría ir al baño más veces.

Tras terminar de comer, Jian Xiao llevó a Yibao al baño otra vez. Esperó allí dos horas y buscó en el inodoro dos veces, pero no encontró el colgante de jade. Había visto claramente a Yibao comérselo el día anterior, así que ¿cómo era posible que hubiera desaparecido? ¿Lo habría absorbido su cuerpo?

Era comprensible que se absorbiera un núcleo de cristal, pero un colgante de jade no podía ser absorbido por el cuerpo. Debía seguir en el estómago de Yi Bao y aún no había salido.

A Yibao lo obligaron a sentarse en el inodoro todo el día.

Yibao cooperó al principio, pero después de un tiempo dejó de cooperar y comenzó a llorar para salir: 

"Awoo...Awoo..."

Jian Xiaoqiang se encontraba en una situación difícil: 

"Cariño, la cosa aún no ha salido, aguanta un poco más".

Si realmente no funciona, Jian Xiao planea llevar a Yibao al laboratorio para hacerle una radiografía.

A las ocho de la noche, el rostro de Yibao se puso pálido y se apoyó exhausto en los brazos de Jian Xiao y fue sacado.

El Gordo y los otros dos estaban esperando noticias: 

"Maestro Jian, ¿qué tal?"

"Maestro Jian, ¿cómo está?"

Jian Xiao negó con la cabeza.

Li Hun dijo: 

"¿Podría ser que Xiaobao realmente no se lo haya comido en absoluto, sino que lo dejó caer en algún lugar?"

Si no se lo hubiera comido, entonces eso significaba que Yibao habría sido atormentado en vano todo el día.

Jian Xiao ya había buscado en la casa pero no encontró el colgante de jade.

Al día siguiente, Jian Xiao continuó buscando durante toda la mañana. Yibao se mostró reacio a cooperar con él, así que Jian Xiao tuvo que detenerse.

Yibao ahora le tiene miedo al baño y no se atreve a entrar nuevamente.

Al final, el asunto quedó sin resolver.

Después de una gran comida, Yibao recuperó gradualmente su fuerza.

El Viejo Maestro Jian ya había recibido los resultados del análisis de laboratorio, que confirmaban que existían células sanguíneas antivirales en la sangre de Yi Bao. Solo unas pocas gotas podrían salvar a una persona infectada por zombies.　　

Sin embargo, este tipo de célula sanguínea no se puede replicar ni extraer, pero la sangre de Yibao es limitada, por lo que es extremadamente preciosa.

"Protéjanlo bien. No podemos permitir que le pase nada".

Si Yibao muriera, no habría esperanza para la humanidad.

El viejo maestro Jian ordenó aislar y proteger a Yibao. Pronto, un ejército bloqueó el lugar donde vivía Jian Xiao y quería arrebatarle el control de Yibao.

Debido a la identidad de Jian Xiao, no irrumpieron directamente, sino que usaron un megáfono con paciencia para persuadir a Jian Xiao de que entregara a la persona voluntariamente.

En esta situación, era inútil que Jian Xiao se resistiera, porque la persona que dio la orden era su padre y no podría resistir por mucho tiempo.

Yibao se encogió en los brazos de Jian Xiao con miedo, sus pequeñas manos agarrando el cuello de la chaqueta de Jian Xiao, y gritó temblorosamente: 

"¡Gran carne!.."

Jian Xiao abrazó fuertemente a Yibao y le dijo a la gente que estaba afuera de la puerta: 

"Quiero ver a Jian Shiqiang y hablar con él cara a cara".

Jian Xiao era demasiado perezoso para siquiera llamarlo papá y simplemente lo llamaba por su nombre.

Sólo después de que la otra parte estuvo de acuerdo, Jian Xiao sacó a Yibao.

Al estar frente a su padre, Jian Xiao pateó la silla que tenía delante repleto de ira, pero contuvo sus gritos:: 

"¿Qué quieres hacer?"

La expresión de Jian Shiqiang siempre fue tranquila, serena e indiferente: 

"Ahora es muy valioso y debe ser protegido".

Jian Xiao tenía muchas ganas de destrozar la máscara fría de su padre en ese mismo instante. Apretó los dientes y dijo: 

"Puedo proteger a Yibao. Además, es mi propiedad privada. La decisión es mía. No tienes derecho a restringir la libertad de Yibao".

(Nota: Al principio estaba dudosa de ese último fragmento donde Jian Xiao utiliza las palabras "Propiedad privada" y pensé que simplemente pudo haber dicho "Es mío" pero confirmé muchas veces y efectivamente utiliza esta frase.

El autor utiliza esa palabra deliberadamente para resaltar el grado extremo de posesividad de Jian Xiao y el desprecio por la autoridad de su padre, tratando a Yi Bao como un tesoro que es suyo y que nadie puede tocar. Es, intencionalmente, una frase fuerte y moralmente cuestionable.

Al usar un lenguaje tan extremo como "propiedad privada ", Jian Xiao no solo afirma su derecho como pareja, sino que también utiliza la retórica más absoluta y posesiva que tiene a su disposición para negar el derecho de su padre o de la base militar a intervenir . Es una declaración de guerra emocional y territorial, tratando a Yibao como algo que está totalmente fuera de la jurisdicción del gobierno.)

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