Cap铆tulo 68: Preocupado de que a Yibao no le agradara.
Despu茅s de salir del edificio del laboratorio y caminar hacia el gran c茅sped exterior, Jian Xiao baj贸 a Yibao de sus brazos y pregunt贸 con una cara sombr铆a:
"¿Recuerdas qui茅n es?"
Yibao ya no recordaba nada del pasado. Solo sent铆a que Li Hun le resultaba familiar, y como ambos eran zombis, se sent铆a a煤n m谩s familiarizado con 茅l.
Yibao mene贸 la cabeza, indicando que ya no lo recordaba.
El humor de Jian Xiao se calm贸 un poco, tom贸 a Yibao nuevamente y le dijo:
"¿Has olvidado que golpe贸 a tu esposo?"
Yibao record贸 que Li Hun hab铆a acosado a su gran carne antes, y de repente dej贸 de sentir afecto por 茅l. Mostr贸 los dientes y agit贸 sus manitas, con ganas de volver y morderlo hasta matarlo.
Jian Xiao finalmente sonri贸 y sujet贸 al inquieto Yibao:
"Est谩 bien, la gente del laboratorio lo castigar谩".
Jian Xiao no tuvo ninguna necesidad de actuar. Li Hun estaba atrapado en el laboratorio como conejillo de indias. A juzgar por el temperamento de esos investigadores pervertidos, me temo que ni siquiera le dejar铆an el cuerpo intacto, y su cerebro ser铆a destrozado.
Si Jian Xiao no hubiera estado all铆, el destino de Yibao habr铆a sido similar al de Li Hun, quiz谩s incluso peor, porque esos pervertidos no ten铆an humanidad en sus ojos, solo resultados de investigaciones cient铆ficas. Acababa de ver la carne entre los dientes de Li Hun, y claramente era carne fresca, de una persona viva...
Hay cosas en las que no se puede pensar demasiado porque de lo contrario resultar谩n aterradoras.
El gordo corr铆a m谩s lento por su peso y le costaba mantener el ritmo. Vio al maestro Jian llev谩ndose a Yibao furioso y pens贸 que ocurrir铆a un escenario de violencia dom茅stica. Pero cuando sali贸 y mir贸, los vio abrazados con cari帽o; su amor era tan dulce.
El hombre gordo respir贸 aliviado y sigui贸 al t铆o Jian hacia el edificio de dormitorios. Mientras caminaba, expres贸 su incomodidad:
"T铆o Jian, justo ahora en el laboratorio tuve una sensaci贸n inc贸moda durante todo el tiempo que estuvimos ah铆, pero no pod铆a identificarla".
Jian Xiao tambi茅n sinti贸 que la raz贸n por la que no pudieron adaptarse fue debido a la p茅rdida de humanidad.
El hombre gordo no era muy perspicaz. No not贸 nada raro, pero su sexto sentido le indic贸 que hab铆a un problema.
Al salir del laboratorio, el hombre gordo sinti贸 la temperatura en el cuerpo. Hab铆a sentido mucho fr铆o al entrar, tanto que se le puso la piel de gallina.
El hombre gordo se frot贸 los brazos y de repente escuch贸 al Sr. Jian frente a 茅l preguntar:
"¿Puedes remendar un sombrero?"
En un abrir y cerrar de ojos, regres贸 al dormitorio. El hombre gordo tom贸 prestados un mont贸n de ovillos de lana de colores y unos palitos de madera peque帽os para tejer. Envolvi贸 la lana alrededor de los palitos e hizo una base usando el m茅todo de tejido m谩s sencillo.
Jian Xiao y Yibao se sentaron juntos, observ谩ndolo tejer en silencio, cada uno con pensamientos diferentes en sus mentes.
Jian Xiao guard贸 silencio, un poco sorprendido. Nunca imagin贸 que el hombre gordo pose铆a esa habilidad.
Yibao mir贸 las esponjosas bolas de lana y babe贸. Parec铆an malvaviscos de colores y ten铆a muchas ganas de darles un buen mordisco.
El gordo se sinti贸 un poco avergonzado al ser observado:
"En realidad, aprend铆 esto cuando persegu铆a a mi diosa. Le tej铆 una bufanda y un bolso, pero me los devolvieron todos..."
"Oh."
Jian Xiao respondi贸 superficialmente, sin mostrar ning煤n inter茅s en su historia amorosa.
El hombre gordo tuvo el tacto de dejar de decir tonter铆as. Tras unas cuantas puntadas h谩biles, logr贸 el contorno aproximado de una peque帽a flor roja tejida con lana. Era bastante singular.
Jian Xiao baj贸 la vista y vio a Yibao observ谩ndolo atentamente. Pens贸 que a Yibao le encantaba ese tipo de artesan铆a de tejido, as铆 que le pidi贸 al hombre gordo que le ense帽ara:
"¿C贸mo puedo tejer? Dime".
El tono de Jian Xiao era como si dijera: Si quieres ense帽arme, entonces suplica.
Realmente no ten铆a la humildad de pedir consejo a los dem谩s, pero el hombre gordo a煤n tuvo que sonre铆r y aceptar.
Cuando la bola de lana lleg贸 a las manos de Jian Xiao, no ten铆a ni idea de qu茅 hacer con ella. El hombre gordo le ense帽贸 con paciencia, mientras Yibao se quedaba mirando la bola.
Sin que ninguno de los dos prestara atenci贸n, Yibao tom贸 la lana disimuladamente y le dio un mordisco con la boca abierta. Sin embargo, la bola de lana no se derriti贸 en su boca como imaginaba, y simplemente sinti贸 que ten铆a un sabor un poco desagradable.
Yibao tir贸 la bola de hilo con disgusto y sali贸 corriendo a jugar a otro lugar.
Pero no hab铆a corrido mucho cuando Jian Xiao lo atrap贸 y la sujet贸 en su regazo:
"Cari帽o, mira las florecitas que tej铆. ¿Te gustan? Las coser茅 en tu ropa m谩s tarde".
A Yibao s贸lo le interesaba un poco la comida, pero como lo hab铆a tejido la misma Gran carne, aun as铆 le gust贸 mucho y asinti贸 obedientemente.
El acad茅mico Chang a煤n ten铆a algunas preguntas que no entend铆a, as铆 que fue a la casa en persona. Al abrir la puerta, vio al noble y arrogante hijo mayor de la familia Jian sentado en el sof谩 tejiendo como una buena esposa y madre. Era evidente que trabajaba duro y tej铆a muy bien.
El acad茅mico Chang sospech贸 por un momento que se hab铆a equivocado de lugar. ¿Qui茅n era ese apuesto chico que tej铆a frente a 茅l?
Al ver entrar a alguien, Jian Xiao no solt贸 la labor. Acababa de mejorar su t茅cnica y no quer铆a parar. Yibao, con su cabecita asomada, lo sosten铆a en sus brazos. Miraba al acad茅mico con curiosidad. Sus ojitos brillantes parec铆an los de un animalito asomando su cabecita desde una cueva, tan adorables.
Yibao es muy diferente de los zombis comunes y vale la pena estudiarlo. El acad茅mico Chang anhela capturarlo y estudiarlo, pero debe tener en cuenta el temperamento del joven maestro Jian.
El acad茅mico Chang primero hizo algunos comentarios corteses:
"¿Qu茅 est谩 haciendo el Sr. Jian?"
Jian Xiao se replic贸:
"¿No tienes ojos?".
Acad茅mico Chang: "..."
Aunque ten铆a ojos, a煤n no entend铆a bien por qu茅 Jian Xiao tej铆a. ¿Era un pasatiempo?
El acad茅mico Chang se gir贸 para mirar a Yibao y sac贸 un pu帽ado de dulces de su bolsillo:
"Mira lo que te trajo tu t铆o"
Jian Xiao se sinti贸 disgustado por el tono del acad茅mico Chang. Abraz贸 a Yibao y lo escondi贸, advirti茅ndole personalmente:
"Cari帽o, no aceptes dulces de otros a la ligera, o te secuestrar谩n".
El acad茅mico Chang estaba un poco avergonzado:
"...No te preocupes, no soy un mal t铆o".
Yibao realmente quer铆a tomar su dulce, pero la gran carne no se lo permiti贸, por lo que tuvo que sacudir la cabeza y negarse.
Jian Xiao le pregunt贸 enojado:
"¿Por qu茅 est谩s aqu铆 si no est谩s investigando a ese zombi avanzado?"
El acad茅mico Chang cree que el gran avance que a煤n est谩 por descubrir se encuentra en Yibao.
"Maestro Jian, si est谩 dispuesto a cooperar con nosotros, el apocalipsis terminar谩 mucho antes. El virus se filtr贸 originalmente de nuestro laboratorio, y cada uno de nosotros tiene la responsabilidad y la obligaci贸n de asumir las consecuencias."
Jian Xiao no se lo trag贸:
"Est谩s tratando de chantajearme moralmente, ¿verdad?"
Mientras no tenga moral nadie podr谩 utilizar ese tipo de trucos para manipularlo.
El acad茅mico Chang sonri贸 y dijo:
"No quise decirlo con esas intenciones. Solo espero que el Maestro Jian pueda entregar a Yibao. No te preocupes, no le haremos mucho da帽o".
Yibao pareci贸 comprender las palabras del acad茅mico Chang. Levant贸 la cabeza y mir贸 a Jian Xiao con p谩nico, temiendo que la gran carne realmente lo entregara.
Por supuesto que Jian Xiao no har铆a eso. ¿Qui茅n ser铆a tan tonto como para entregar a su esposa? Resopl贸 con frialdad:
"¿Qu茅 quieres decir con no causar da帽o excesivo?"
Si quieren estudiarlo a fondo, deben hacerle una autopsia. No es obligatorio, pero s铆 deben extraerle sangre a Yibao constantemente. Por supuesto, el acad茅mico Chang no lo dir谩 expl铆citamente. Si lo hiciera, probablemente lo expulsar铆an directamente del lugar.
Jian Xiao no tuvo paciencia para seguir discutiendo con el acad茅mico Chang.
"Primero, deber铆as estudiar a fondo a Li Hun. Si a煤n no logras desarrollar un anticuerpo en 茅l, solo demuestra tu incompetencia. Incluso si te entrego a Yibao, puede que no puedas desarrollar una vacuna".
Despu茅s de decir eso, Jian Xiao hizo un gesto con la mano y le pidi贸 al hombre gordo que estaba a su lado que lo ayudara a despedir al invitado.
El acad茅mico Chang quer铆a decir algo, pero el hombre gordo le pidi贸 que se fuera y le tap贸 la boca.
El hombre gordo era bastante fuerte. Agarr贸 al acad茅mico Chang con los brazos y lo sac贸 a rastras.
"Bueno, deja de hablar. Aunque la Tierra sea destruida, no tiene nada que ver con nosotros".
Despu茅s de enviar a la persona a la puerta, el hombre gordo cerr贸 la puerta de golpe.
Jian Xiao mir贸 hacia la puerta, sonri贸 y baj贸 la cabeza para seguir tejiendo. Teji贸 una linda florecita y la cosi贸 en el agujero del sombrero de Yibao.
Hay una peque帽a flor roja en el sombrero de cabeza de tigre de Yibao, lo que le da un aspecto a煤n m谩s gracioso. As铆, se le puede encontrar a simple vista incluso si lo lanzan a un grupo de zombis.
Yibao mene贸 la cabeza, luciendo bastante feliz, completamente inconsciente de lo gracioso que se ve铆a.
En ese momento, el hombre gordo de repente dijo algo irrelevante:
"Maestro Jian, ¿realmente no quiere que Yibao se vuelva inteligente?"
Por supuesto, Jian Xiao espera que Yibao pueda volverse m谩s inteligente, pero tiene miedo de que despu茅s de volverse inteligente, huya.
Aunque parece que se est谩 aprovechando de la desgracia de Yibao y de 茅l mientras mientras este era est煤pido y tonto, al menos consigui贸 lo que quer铆a, y Yibao tambi茅n est谩 muy feliz por ello. Es suficiente mantener este tipo de relaci贸n y no hay necesidad de ning煤n otro cambio.
Jian Xiao no respondi贸 directamente a la pregunta del hombre gordo, sino que respondi贸 casualmente:
"El beb茅 es muy inteligente ahora".
Yibao incluso respondi贸 cooperativamente: "Ahhh".
Al verlos seguirse el uno al otro, el hombre gordo no ten铆a nada que decir. Con que ambos fueran felices, bastaba.
Aunque Jian Xiao ten铆a miedo de que Yibao recuperara su memoria, aun as铆 le dar铆a el n煤cleo de cristal a Yibao.
Dado que comer n煤cleos de cristal es beneficioso para el cuerpo, reducir谩 su cantidad, generalmente d谩ndole a Yibao uno cada dos o tres d铆as. El objetivo principal es fortalecer el cuerpo y evitar que se deteriore.
Pero no hay manera de impedir que Yibao se vuelva cada vez m谩s inteligente.
Yibao puede decir cada vez m谩s palabras, y de vez en cuando una nueva palabra sale de su boca.
Jian Xiao estaba feliz pero preocupado al mismo tiempo.
Tras descubrir la preocupaci贸n de Jian Xiao, el hombre gordo agit贸 la mano con indiferencia:
"T铆o Jian, no deber铆as pensar demasiado. Con tus excelentes condiciones, Yibao no te menospreciar谩".
Jian Xiao levant贸 la barbilla con orgullo:
"¿Cu谩ndo me preocup茅 de que Yibao me menospreciara?"
El hombre gordo pens贸: «¿Acaso no est谩 claro? Te preocupas por esto todo el d铆a. ¿A qui茅n intentas enga帽ar?».
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