Capítulo 4: ¡Quiero comerme tu carne podrida! ～
Con el poder de combate de este pequeño zombi, definitivamente no sobrevivirá mucho tiempo en el apocalipsis y otros humanos lo matarán fácilmente. La mano de Jian Xiao, que sostenía la manija de la puerta, no giró. Aún dudaba si llevárselo.
El pequeño zombi acababa de terminar una bolsa de papas fritas. Se lamió el residuo en el dedo meñique, se giró y vio que el gran trozo de carne seguía allí, y que lo miraba fijamente, como si quisiera comérselo.
El pequeño zombie se cubrió la cara con sus manitas con miedo, dejando un pequeño espacio entre sus dedos para echar un vistazo.
Al ver que el gran trozo de carne seguía mirándolo, el pequeño zombi cerró rápidamente los ojos.
Un zombi tan humanizado... Pensó Jian Xiao. Tal vez valga la pena llevármelo para investigarlo. Dio un par de zancadas, lo agarró del cuello de la camisa y se lo llevó como si nada.
El pequeño zombie era como un cachorro con el cuello agarrado, débil, lamentable e indefenso.
Jian Xiao colocó al pequeño zombi en la puerta y le dijo: "Cuando salgamos, sígueme de cerca. No te pierdas".
Después de decir eso, Jian Xiao ccontó mentalmente hasta tres y abrió la puerta.
En cuanto los zombis del pasillo percibieron el aroma a carne humana, se abalanzaron sobre ellos. Jian Xiao levantó su barra de hierro y, con un golpe limpio, destrozó la cabeza de uno.
El pequeño zombie quedó atónito ante esta escena.
Por suerte, en esta etapa los zombis aún no habían evolucionado; eran lentos y no demasiado peligrosos, salvo por su número. Jian Xiao eliminó siete u ocho de un tirón antes de llegar finalmente a las escaleras.
Jian Xiao estaba a punto de bajar las escaleras cuando un zombi lo hizo tropezar y rodó directamente al siguiente piso. Ignoró el dolor, se levantó rápidamente y mató a los dos zombis que lo perseguían.
Justo cuando estaba a punto de irse, se encontró con que el pequeño zombie no lo seguía, por lo que tuvo que regresar a buscarlo.
Tuvo que abrirse paso entre la horda de zombis otra vez, y finalmente encontró a un pequeño zombi acurrucado en un rincón discreto.
Sin decir palabra, Jian Xiao lo cargó al hombro y siguió matando zombis hasta abrirse paso.
El pequeño zombi yacía sobre el hombro de Jian Xiao, observando el cuello tan cerca. Quiso morder, pero no se atrevió. Su boquita se abría y se cerraba, una y otra vez...
Después de que Jian Xiao se dio cuenta de su intención, le dio una palmada en el trasero: "Atrévete a morderme, y verás.".
El pequeño zombi gruñó con queja: "Aohou~"
Jian Xiao cargó al pequeño zombi y corrió todo el camino hasta que llegó a un parque desierto.
Jian Xiao se rompió el brazo al rodar por las escaleras. No le dolió mucho al caer, pero ahora le duele al darse cuenta de lo que está pasando.
Jian Xiao se sentó junto a la fuente del parque, con el rostro deformado por el dolor. Se sujetó el brazo y respiró hondo: "¡Tss...!"
Al ver que Jian Xiao parecía estar herido, el pequeño zombi comenzó a pensar en cómo comer ese gran trozo de carne.
Jian Xiao captó los pensamientos del pequeño zombi de un vistazo. Forzó una sonrisa débil y pálida y dijo: "¿Quieres comer mi carne? Eso es imposible".
(En el futuro, su cara se hincharía por culpa del pequeño zombi, y terminaría alimentándolo él mismo; aunque no quisiera comer su carne, no le quedaría opción...)
Ahora que no podía comer el gran trozo de carne que tenía delante, el pequeño zombi quería irse.
Pero sólo había dado unos pocos pasos cuando fue atrapado por Jian Xiao.
El pequeño zombi forcejeó y gritó, pero fue inútil. Fue secuestrado por el gran trozo de carne.
Jian Xiao no quería secuestrar a este pequeño zombi solo por su lujuria por la belleza. Claro que tenía algo de eso en mente, pero quería estudiar más a fondo por qué este pequeño zombi era tan humano y si tenía anticuerpos o algo así.
El virus de la SP se ha propagado por todo el mundo y hasta ahora no se ha desarrollado una vacuna. Este pequeño zombi podría ser la clave. Así que debía mantenerlo cerca.
Jian Xiao apretó al pequeño zombi contra su pecho y lo amenazó: "Si no te portas bien y andas correteando por ahí... ¡yo seré quien se coma tu carne!"
Jian Xiao incluso fingió abriendo la boca exageradamente para asustarlo.
¡Un humano que quiere comerse mi carne podrida! El pequeño zombi estaba tan asustado que quiso esconderse, pero no había dónde. Finalmente, enterró su cabecita en el pecho de Jian Xiao.
Este soltó un par de carcajadas profundas: "¿Cómo puedes ser tan miedoso?"
El autor tiene algo que decir:
???('罒')??? ¡Auuu～!
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