Cap铆tulo 5: Bajando un poco la guardia

     


Cap铆tulo 5: Bajando un poco la guardia

"Xiao Zhi, ya deber铆as saber por qu茅 te llam茅, ¿verdad?" Era justo despu茅s del estudio personal nocturno y la oficina estaba llena de gente.

Ye Buzhi permaneci贸 erguido como un palo, con las manos detr谩s de la espalda y los dedos entrelazados, y asinti贸 con la cabeza a Lao Xia.

"Profesor Xia, ¿qu茅 hizo mal Ye, un ni帽o tan obediente? Mire el susto que le ha dado" 

El profesor de matem谩ticas de la clase 16 acababa de terminar de dar clase a los dem谩s alumnos y se acerc贸 con un termo para ver qu茅 ocurr铆a.

Ye no solo era guapo y amable, sino tambi茅n muy atento en clase. Nunca se dorm铆a y miraba fijamente al profesor y a la pizarra con sus preciosos ojos almendrados.

Los profesores de la clase 16 han elogiado a este ni帽o en m谩s de una ocasi贸n por escuchar con atenci贸n en clase.

"Mira los resultados del simulacro de examen de Xiao Zhi. El examen de ingreso a la universidad se acerca y el tiempo apremia. ¿No crees que deber铆amos darle un peque帽o empuj贸n?" dijo Lao Xia mientras le entregaba el bolet铆n de calificaciones al profesor de matem谩ticas.

"Vaya, ¿qu茅 le pas贸 a Xiao Zhi esta vez? Aunque, mirando mi asignatura, Matem谩ticas, sigue siendo la nota m谩s alta, pero apenas ha aprobado. Tienes que esforzarte, Xiao Zhi."

Los dos profesores actuaban como si estuvieran representando un n煤mero de di谩logo cruzado, uno cantando y el otro respondiendo. Ye, con los ojos doloridos e hinchados, asinti贸 con la cabeza gacha.

"Xiao Zhi, ¿c贸mo est谩 tu abuela? ¿C贸mo est谩 tu familia? Si tienes alg煤n problema econ贸mico, d铆melo. Puedo ayudarte. En el poco tiempo que nos queda, debes concentrarte en tus estudios, ¿de acuerdo?"

 Lao Xia habl贸 con seriedad; no era la primera vez que le dec铆a esto a Ye Buzhi. El Viejo Xia ten铆a buenas intenciones, pero todav铆a le costaba empatizar con los j贸venes. ¿C贸mo iba Ye Buzhi a pedirle dinero al profesor?

"Mi abuela est谩 bien, y yo tambi茅n. Gracias, maestro. Estudiar茅 mucho."

Ye Buzhi se sec贸 las l谩grimas, esboz贸 una sonrisa forzada y mir贸 a la maestra con los ojos llorosos.

Qin Gu entr贸 en la oficina con las manos vac铆as.

Parec铆a maduro y de complexi贸n grande; si no llevara el uniforme escolar, realmente parecer铆a un profesor de educaci贸n f铆sica.

Nada m谩s entrar en el despacho, vio a su amada esposa sec谩ndose las l谩grimas.

"Profesor Xia, tengo una pregunta para usted" dijo Qin Gu, dando un paso al frente y mintiendo descaradamente, afirmando que hab铆a obtenido la m谩xima puntuaci贸n en todas las preguntas de ingl茅s excepto en la redacci贸n. 

Qin Gu no apart贸 la vista de Ye Buzhi. Ye Buzhi se sinti贸 avergonzada, sus ojos se enrojecieron y gir贸 la cabeza, evitando deliberadamente mirarlo.

"Vete, deja de causar problemas. Aprovecha para prepararme una taza de t茅." El viejo Xia tambi茅n sent铆a un gran cari帽o por Qin Gu. No ten铆a ninguna distancia con su maestro, pero si uno quisiera decir que hab铆a hecho algo mal, no hab铆a nada que reprocharle.

Qin Gu mir贸 a Ye Buzhi y se sinti贸 agraviado; no pod铆a soportar ver a Ye Buzhi sec谩ndose las l谩grimas.

Cuando llora, sus ojos, nariz e incluso mejillas se enrojecen. Aunque se ve bonito, pensar que Ye Buzhi est谩 triste e inc贸modo hac铆a que dejara de ser lindo.

"Profesor Xia, de verdad tengo una pregunta que hacerle," insisti贸 Qin Gu, alzando la voz. En todo caso, solo quedaban diez minutos para el recreo; pod铆a perder un poco de tiempo.

"Xiao Zhi, ¿cu谩ndo te hiciste tan amigo de Qin Gu? Mira, es obvio que este chico vino por ti" pregunt贸 el viejo Xia con una sonrisa forzada, la mand铆bula apretada, una sonrisa que ocultaba un cuchillo.

Durante un per铆odo tan crucial, debe cortar de ra铆z cualquier relaci贸n rom谩ntica incipiente.

"Solo vine a preguntar algo, Profesor Xia" Con la gran figura de Qin Gu frente a 茅l, el viejo Xia ni siquiera pod铆a ver la sombra de Ye Buzhi.

"Bien, ¿qu茅 pregunta quieres hacerme? Quiero ver qu茅 tipo de pregunta podr铆a desconcertarte as铆." El viejo Xia se recost贸 en su silla con una sonrisa forzada en el rostro.

Qin Gu utiliz贸 lo que ten铆a a mano, encontr贸 un examen en el escritorio de Lao Xia y se帽al贸 una pregunta de comprensi贸n lectora: 

"Esta es la pregunta que no entiendo".

El profesor Xia ni siquiera les ha entregado a煤n esos ex谩menes a los alumnos. Ni siquiera han mirado las preguntas. ¿C贸mo van a entenderlas?

"¡T煤, t煤, ve y coge ese trozo de madera de esa mesa de all铆!" El viejo Xia se ri贸 con rabia.

Qin Gu tom贸 el puntero que solo serv铆a de decoraci贸n en la oficina y se lo entreg贸 a Lao Xia, record谩ndole: 

"Profesor Xia, el castigo corporal a los estudiantes est谩 mal. No solo incita emociones rebeldes en los estudiantes, sino que tambi茅n es ilegal".

Qin Gu mir贸 de reojo a Ye Buzhi, que estaba en un rinc贸n. Ye Buzhi hab铆a dejado de llorar y los observaba a 茅l y a Lao Xia discutir entre las sombras, disfrutando del espect谩culo.

Esto s铆 ayud贸 a Ye Buzhi a relajarse un poco de su bajo 谩nimo, y el Viejo Xia tambi茅n hab铆a desviado su atenci贸n, dejando de sermonear a Ye Buzhi.

La habilidad del viejo Xia para llegar al fondo del coraz贸n de las personas es reconocida por toda la Clase 16. No importa si eres un vago o un genio, testarudo o de buen coraz贸n, una vez que entras en su oficina, te har谩 llorar a mares antes de salir.

Y luego, a menudo, recordaban las ense帽anzas del Viejo Xia con dolor y se pon铆an a estudiar como si le hubieran inyectado sangre de perro.

(Nota: Inyectado con sangre de perro es una expresi贸n que significa estar extremadamente motivado, hiperactivo o lleno de energ铆a, a menudo para un prop贸sito espec铆fico.)

Qin Gu, por su parte, realmente pensaba que su director de clase era m谩s apto para trabajar en ventas.

Son贸 la campana del colegio.

El Viejo Xia tom贸 la vara de castigo y se enfureci贸 al ver a Qin Gu, que parec铆a un cerdo muerto que no teme al agua hirviendo.

Delante de Ye Buzhi, sosteniendo un puntero, estaba a punto de darle dos palmadas en las nalgas a Qin Gu.

Qin Gu no era tonto; no aceptaba palizas de nadie m谩s que de su esposa.

Retrocedi贸 谩gilmente para esquivarla, agarr贸 la manga de Ye Buzhi y sali贸 corriendo de la oficina.

"Profesor Xia, la clase va a empezar, nos vamos ya."

"Viejo Xia, tu alumno de primer puesto es muy peculiar. Te da l谩stima pegarle, ¿verdad? Es tu joya m谩s preciada, si no lo quieres, d谩melo a m铆" Los dem谩s tutores tambi茅n se re铆an en el despacho.

El viejo Xia guard贸 su puntero, sin mostrar rastro alguno de su ira anterior.

"¡Ojal谩! ¡Vete, vete!"  

Es realmente excepcional encontrar un ni帽o tan talentoso como Qin Gu a quien ense帽arle. Est谩 deseando que termine el examen de acceso a la universidad para poder presumir de los resultados de Qin Gu en el chat grupal.

Eran las 10 de la noche cuando termin贸 el estudio individual de la tarde. Segu铆a lloviendo afuera y los estudiantes se api帽aron al salir por la puerta de la escuela.

Ye Buzhi tambi茅n llevaba un paraguas y aceler贸 el paso para caminar a casa.

Su casa y su escuela est谩n bastante lejos una de la otra; ten铆a que hacer dos viajes en autob煤s, lo que tardaba unos treinta minutos.

Se supon铆a que deb铆a vivir en la escuela, pero le preocupaba dejar sola en casa a su anciana abuela, as铆 que hac铆a el viaje de ida y vuelta todos los d铆as.

No hay autobuses por la noche, e incluso caminando r谩pido y tomando un atajo se toma aproximadamente una hora.

Cuanto m谩s caminaba alej谩ndose de la carretera, m谩s solitario se volv铆a el camino, por lo que Ye Buzhi sol铆a correr por los tramos sin alumbrado p煤blico. Pero hoy se hab铆a topado con un fantasma. Justo cuando Ye Buzhi iba a echar a correr, de repente, un haz de luz rojiza y blanca brill贸 de repente desde atr谩s, iluminando el camino con la misma intensidad que de d铆a, haciendo que las gotas de lluvia se vieran a煤n m谩s n铆tidas.

(Nota: Me top茅 con un fantasma se usa para expresar que algo extra帽o, inesperado, inusual o malo ha sucedido de repente)

Ye Buzhi entrecerr贸 los ojos y mir贸 hacia atr谩s, pero no vio a nadie. Lo primero que oy贸 fue la voz particularmente 谩spera de Qin Gu.

"Zhizhi, esp茅rame."

Qin Gu sosten铆a una linterna tan grande como un ca帽贸n y le sonri贸, mostrando sus dientes blancos como la nieve.

Ye Buzhi jade贸 al recordar c贸mo Qin Gu lo hab铆a tocado inapropiadamente sin su permiso en el cuarto de las escobas durante el estudio nocturno, y su inquietud comenz贸 a aumentar.

Antes de que Qin Gu pudiera acercarse, Ye Buzhi ech贸 a correr.

Qin Gu ni siquiera hab铆a pronunciado su explicaci贸n preparada cuando pareci贸 completamente desconcertado: "¿?"

Avanz贸 a zancadas y lo alcanz贸 sin mucho esfuerzo: 

"Zhizhi, vamos a casa juntos. De todas formas, me queda de paso."

Ye Buzhi jadeaba pesadamente y no dijo ni una palabra; simplemente sigui贸 corriendo hacia adelante.

El paraguas transparente y barato que hab铆a conseguido recogiendo chatarra fue el primero en ceder, volte谩ndose por el fuerte viento y dejando al descubierto las varillas.  

Ye Buzhi se vio obligado a detenerse porque la lluvia le empap贸 la cara.

Pero r谩pidamente apareci贸 otro paraguas negro y grande sobre su cabeza.  

Qin Gu ni siquiera jade贸; correr semejante distancia no supon铆a ning煤n esfuerzo para 茅l.

Las comparaciones son odiosas, pens贸 Ye, mirando su paraguas rebelde, sin querer prestar atenci贸n a ese compa帽ero de clase alfa que de repente se hab铆a vuelto tan extra帽o.

"Zhizhi, ¿por qu茅 corres? ¿No ser铆a mejor que volvi茅ramos juntos a casa? Este camino est谩 muy oscuro, es m谩s seguro con un alfa fuerte como yo a tu lado" dijo Qin Gu con confianza.

Qin Gu no se daba cuenta de que, desde la perspectiva de Ye Buzhi, 茅l era solo un compa帽ero alfa que ni siquiera consideraba amigo.  

Como Qin Gu se mostraba tan seguro de s铆 mismo y no parec铆a estar mintiendo, Ye Buzhi se relaj贸 un poco.

Aun as铆, no quer铆a prestarle atenci贸n a Qin Gu, esta persona tan extra帽a.  

Su paraguas se rompi贸, pero el de Qin Gu era lo suficientemente grande como para protegerlo completamente de la lluvia.

Los dos avanzaron en silencio.

Qin Gu, que era un tipo taciturno, segu铆a intentando encontrar temas de conversaci贸n sin parar, pero Ye Buzhi no le prestaba mucha atenci贸n.

Qin Gu recordaba vagamente este camino.

Qin Gu cre铆a recordar este camino. En su vida anterior, despu茅s de empezar a salir en la universidad, Ye Buzhi lo hab铆a tra铆do una vez para el Festival Qingming.

(Nota: festividad dedicada a recordar y honrar a los difuntos, la gente barre y decora las tumbas, quema incienso y papel moneda. Tambi茅n hace ofrendas de comida.

Hab铆an venido a limpiar la tumba de la abuela de Ye Buzhi. En aquel momento, la peque帽a casa suburbana estaba abandonada y el patio estaba cubierto de maleza. 

En aquel entonces, la peque帽a casa a las afueras de la ciudad ya estaba abandonada, con el patio lleno de maleza. Ye Buzhi se hab铆a parado en el patio y le hab铆a dicho a Qin Gu que all铆 era donde hab铆a vivido con su abuela desde que era ni帽o.

La lluvia ca铆a incesantemente, y la intensidad parec铆a aumentar.

Qin Gu dej贸 de hablar y se limit贸 a seguir a Ye Buzhi en silencio, protegiendo a su esposa mientras caminaban a casa.

Al acercarse a la casa, Ye Buzhi se equivoc贸 de camino y Qin Gu permaneci贸 en silencio.

En cualquier caso, solo ten铆a que seguirlo en silencio y proteger a su esposa hasta que llegara a casa.  

Ye Buzhi quer铆a ir a ver a la camada de perritos callejeros. Por la noche, la lluvia era tan intensa que el peque帽o hueco entre las dos casas donde se escond铆an los cachorros se inundar铆a f谩cilmente.  

El tramo de carretera que se acercaba a casa se hab铆a convertido en un camino de barro, plagado de charcos.

"¿Qu茅 buscas? Yo lo encontrar茅" dijo Qin Gu, mirando a Ye Buzhi, que estaba en cuclillas en un rinc贸n mirando a su alrededor.

Los lugares oscuros circundantes quedaron iluminados brillantemente por su linterna superpotente.

"A unos perritos, antes hab铆a una camada de cachorros callejeros aqu铆."

Ye Buzhi se estaba poniendo un poco ansioso porque no pod铆a encontrar la camada de cachorros en el lugar habitual.

Efectivamente, aquella peque帽a depresi贸n estaba completamente sumergida en lodo y agua.

Zhizhi adora a los animales peque帽os; en su vida anterior, criaron varios perros juntos. Qin Gu comprendi贸 y se uni贸 a la b煤squeda.

Cuando se escuch贸 el primer ladrido, Ye Buzhi pens贸 que los perros hab铆an regresado. El sonido estaba tan cerca que se gir贸 sorprendido.

Era Qin Gu, con la boca fruncida, imitando el sonido.  

"As铆 ladran los perros" dijo Qin Gu, sinti茅ndose inusualmente avergonzado por la mirada de su esposa.

"Lo imitaste muy bien" respondi贸 Ye Buzhi secamente, queriendo re铆rse un poco, pero se contuvo al pensar en lo mucho que Qin Gu se hab铆a esforzado para ayudarle a encontrar al perro.

Qin Gu pr谩cticamente hab铆a despertado a todos los perros del pueblo, y todos aullaban uno tras otro.

Ye Buzhi estaba de pie en la esquina entre las dos casas abandonadas, escuchando atentamente, y se sorprendi贸 gratamente al o铆r el tierno gemido de un cachorro.

El sonido ven铆a de lejos; probablemente era la madre, guiando a sus cachorros a buscar otro escondite mientras llov铆a.

¡Qu茅 bueno que sigan vivos!

"Ya los escuch茅, no hace falta seguir llam谩ndolos" le record贸 Ye Buzhi a Qin Gu.

"S铆, es bueno que lo hayamos encontrado" dijo Qin Gu con seriedad.

"Much铆simas gracias. No pens茅 que supieras hacer eso, sabes muchas cosas" le dijo Ye Buzhi con sinceridad.

La imitaci贸n de ladridos de perro de Qin Gu es tan realista que resultan casi indistinguibles de los reales.

Ye Buzhi permaneci贸 en cuclillas mientras hablaba. Debido a su delgadez, parec铆a una peque帽a bola al agacharse. Ye Buzhi mir贸 a Qin Gu con una sonrisa.

Sonri贸, dejando ver los hoyuelos en sus mejillas. Sus ojos brillaban intensamente bajo la luz de la linterna, y sus labios luc铆an tan suaves como siempre.

Qin Gu se qued贸 mirando fijamente sin expresi贸n durante un momento, luego se rasc贸 la nuca.

¡Su esposa es tan hermosa, es como un 谩ngel!

"No es nada. Si necesitas encontrar otro perro, solo ll谩mame" dijo Qin Gu cort茅smente.

¡Ha encontrado otra forma de interactuar con su esposa, eso es genial!

De camino a casa de Ye Buzhi, el ambiente entre ambos mejor贸 mucho y charlaron de manera informal.

Hab铆a un charco que atravesaba la carretera, y justo cuando Qin Gu estaba a punto de pisarlo, Ye Buzhi se lo record贸 r谩pidamente.

"Est谩 bien."dijo Qin Gu. Pero antes de que Qin Gu terminara de hablar, meti贸 un pie en el charco que le llegaba hasta la espinilla y tropez贸 sin estar preparado.

Afortunadamente, ten铆a una gran fuerza en el torso; de lo contrario, habr铆a ca铆do de cabeza en el lodazal.

Ye Buzhi sab铆a que no deb铆a re铆rse, pero en realidad era bastante gracioso.

No pudo evitar soltar una carcajada.

Recogi贸 el paraguas que hab铆a ca铆do al suelo, lo alz贸 y lo us贸 para proteger a Qin Gu de la lluvia. 

"No debes pisar estos charcos; no puedes calcular su profundidad a simple vista."

Su esposa sonri贸, y su sonrisa era especialmente hermosa; Qin Gu sonri贸 junto con ella.

No pis贸 ese charco de lodo en vano; volver谩 a pisarlo si regresa.

A estas horas, la abuela ya estaba dormida. Era imposible que Ye Buzhi llevara a Qin Gu, un alfa, a casa a medianoche. No le qued贸 m谩s remedio que dejar que Qin Gu esperara en el peque帽o patio mientras 茅l sal铆a con una toalla y agua caliente para que Qin Gu se limpiara un poco.

El cobertizo improvisado en el patio estaba lleno de objetos de desecho recogidos, apilados ordenadamente.

Qin Gucai no pod铆a soportar usar la toalla de Zhizhi para limpiarse el barro, as铆 que solo se lo limpi贸 en la cara y debajo de la nariz, y lo oli贸. Se la devolvi贸 a Ye Buzhi antes de que pudiera demorarse m谩s.

"Zhizhi, ¿a煤n quieres mis feromonas hoy?" Qin Gu se qued贸 en la puerta como un guardi谩n, reacio a irse, y finalmente invent贸 otra excusa.

Ye Buzhi no sab铆a por qu茅 Qin Gu era tan desvergonzado, as铆 que r谩pidamente ech贸 un vistazo al interior de la habitaci贸n y le hizo un gesto a Qin Gu para que guardara silencio.

Si la abuela se entera de esto, se va a meter en un buen l铆o.

"No, gracias" Ye Buzhi quer铆a ser m谩s abierto al respecto, pero la sola idea lo avergonzaba tanto que se le eriz贸 la piel.  "Ya no me duelen las gl谩ndulas, gracias."

De regreso, Qin Gu reflexion贸 sobre c贸mo convencer a Zhizhi para que fuera al hospital para un chequeo, ya que a veces le dol铆an las gl谩ndulas.

El dolor glandular es grave; debe significar que est谩 enfermo.

¿C贸mo es posible que 茅l, que hab铆a sido el marido de ZhiZhi durante d茅cadas, no supiera nada de su situaci贸n?  

Pas贸 por el lugar donde Ye Buzhi hab铆a buscado a los perros. Qin Gu sigui贸 de largo y luego regres贸. Al irse, llevaba a tres perros temblorosos y congelados dentro de su chaqueta.


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