Cap铆tulo 35: La astuta Gran Carne
Todos los alimentos del edificio de departamentos estaban guardados en este almac茅n, teniendo una enorme variedad de productos. Yibao, con su aguda mirada, detect贸 los bocadillos de inmediato, y emocionado levant贸 sus peque帽as manitas, gritando como un peque帽o babuino:
El hombre de la cicatriz dijo generosamente:
"Maestro Jian, si茅ntase libre de tomar lo que quiera comer".
Jian Xiao no dud贸 en llevar a Yibao al almac茅n y fue directo a la zona de refrigerios. Hab铆a todo tipo de dulces y galletas, adem谩s del Wangzai favorito de Yibao. Esta vez, el Wangzai ven铆a en una caja de cart贸n y se pod铆a beber con pajita.
Yibao sostuvo a Wangzai en sus peque帽as manos y tom贸 grandes tragos, terminando toda la botella de una sola vez.
Jian Xiao ya hab铆a llenado su mochila con los bocadillos favoritos de Yibao. Sin embargo, esta peque帽a cantidad a煤n no era suficiente, y se los comer铆a todos en unos pocos d铆as de viaje.
Jian Xiao pens贸 que ser铆a bueno si tuviera un peque帽o almac茅n para guardar sus suministros, como un peque帽o port谩til , pero era solo un pensamiento.
Yibao tampoco se qued贸 de brazos cruzados. Tom贸 un pu帽ado de dulces y los meti贸 en su bolsita, deseando poder meter todos los dulces. Sin embargo, su bolsita era demasiado peque帽a y no cab铆an muchos.
"Maestro Jian, ¿Quiere un poco de carne encurtida, salchicha y arroz?" El hombre gordo no quer铆a comer bocadillos con Yibao. Esas cosas no lo saciar铆an. Ser铆a mejor una comida de verdad.
Jian Xiao mir贸 al hombre de la cicatriz.
El hombre de la cicatriz lo trat贸 con respeto:
"Maestro Jian, si desea algo m谩s, le ayudar茅 a organizarlo".
Jian Xiao pregunt贸:
"¿Cu谩ntas cajas de Wangzai hay en el almac茅n? D谩melas todas y tambi茅n un carrito peque帽o".
El hombre gordo estaba desconcertado:
"Maestro Jian, ¿Para qu茅 necesita tantos Wangzai?"
Jian Xiao respondi贸 casualmente:
"A Yibao le gusta beber".
Yibao, que estaba guardando caramelos en su peque帽a bolsa, escuch贸 las palabras de la Gran Carne y repiti贸:
"Aoao... Wangzai..."
A Yibao le gusta beber Wangzai.
El hombre de la cicatriz y sus hombres no pensaron que nada estuviera mal despu茅s de escuchar lo que dijo Yibao, pero Jian Xiao y el hombre gordo lo miraron sorprendidos.
Es realmente novedoso e inesperado que Yibao, el peque帽o zombi, hablara como un humano.
El hombre de la cicatriz mir贸 a Yibao con una sonrisa y dijo: "Ya que te gusta, te lo dar茅 todo".
Yibao volvi贸 a decir en voz baja:
"Awoo... Wangzai..."
Jian Xiao a煤n estaba sorprendido de que Yibao pudiera hablar. Tras recobrar el sentido, lo abraz贸 y le dijo:
"Yibao, ¿Puedes decir mi nombre?"
Jian Xiao sinti贸 la misma alegr铆a que un padre viendo a su propio hijo decir sus primeras palabras.
Yibao contuvo la respiraci贸n y pronunci贸 tres palabras: "Ah... Gran Carne..."
Jian Xiao: "..."
¿Gran pedazo de carne? Resulta que para Yibao, 茅l solo es un pedazo de carne. Solo hoy supo la verdad.
Jian Xiao se enoj贸, levant贸 la mano y le dio una palmada en el trasero redondo a Yibao:
"No puedes llamarme as铆".
Yibao finalmente aprendi贸 a pronunciar estas tres palabras con fluidez, pero no le fue f谩cil cambiar. En cuanto abr铆a la boca, lo dec铆a solo:
"Gran Carne... Ah... Gran Carne..."
Jian Xiao estaba tan enojado que sigui贸 corrigiendo a Yi Bao:
"Mi nombre es Jian Xiao".
El hombre de la cicatriz not贸 algo extra帽o:
"¿Todav铆a no puede hablar?"
Jian Xiao ni siquiera parpade贸 y minti贸:
"S铆, tiene problemas de lenguaje".
Yibao, con su supuesto impedimento en el habla, sigui贸 repitiendo "Gran carne, carne".
Esta fue la primera vez que Jian Xiao estaba tan enojado que se sinti贸 impotente. Al final, no tuvo m谩s remedio que dejar que Yibao le siguiera llamando as铆.
Yibao sac贸 un dulce de su peque帽o bolso y se lo dio a Jian Xiao de manera halagadora:
"Ah... Gran Carne... Aah..." No te enojes con Yibao.
Despu茅s de que Jian Xiao comi贸 el dulce, poco a poco dej贸 de estar enojado.
Yibao lo trataba como un gran trozo de carne, lo que demostraba subjetivamente que quer铆a com茅rselo. Tambi茅n demostraba indirectamente que le gustaba mucho su cuerpo. Metaf贸ricamente, Yibao hab铆a planeado aprovecharse de su cuerpo desde el principio.
As铆 es como es. Qu茅 peque帽o zombi m谩s astuto.
Con un crujido, Jian Xiao mastic贸 el caramelo duro que ten铆a en la boca hasta hacerlo pedazos. Ya que Yibao hab铆a empezado a codiciar su noble cuerpo, ¿C贸mo pod铆a seguir fingiendo que no sab铆a nada?
Jian Xiao le mordi贸 la oreja a Yibao y le susurr贸:
"Yibao, te dar茅 algo de carne para comer por la noche. Grandes trozos de carne para que comas hasta que est茅s lleno".
Yibao ha probado la sangre de Jian Xiao, pero nunca ha comido su carne.
Tras decir esto, Yibao empez贸 a babear de la emoci贸n. Lo mir贸 de arriba abajo con sus ojitos, sin saber por d贸nde empezar a comer.
El gordo escuch贸 un poco y pregunt贸 con cara desvergonzada:
"Maestro Jian, ¿Qu茅 comida deliciosa quiere comer? ¿Podr铆a compartirla conmigo?"
"L谩rgate."
"Ay."
Yibao y Jian Xiao hablaron casi al mismo tiempo, mostrando un gran entendimiento t谩cito.
El gordo se alej贸 rodando enojado.
El hombre de la cicatriz le dijo al hombre gordo:
"Por favor, ten paciencia. Mis hombres ya est谩n cocinando. La comida se servir谩 pronto".
Debido a que el hombre gordo vino con Jian Xiao, el hombre de la cicatriz lo trat贸 con mucha cortes铆a.
El gordo mir贸 al g谩ngster que ten铆a delante, sinti茅ndose un poco halagado y agradeci茅ndole repetidamente.
El almac茅n entero pertenec铆a al hombre de la cicatriz y sus m谩s de treinta subordinados viv铆an all铆. Sus necesidades diarias estaban cubiertas; cualquier refugiado que se atreviera a irrumpir ser铆a asesinado, pues no hab铆a comida suficiente para mantener a tanta gente.
Para recibir a Jian Xiao, el hombre de la cicatriz prepar贸 una mesa repleta de deliciosos platos. El pescado y la carne se ve铆an exquisitos. Tanto el pescado como la carne estaban encurtidos y sab铆an frescos, aunque un poco salados.
A Yibao no le gusta comer estas cosas, solo le gusta chupar los bocadillos de Wangzai y tambi茅n le gusta comer carne grande.
Mientras com铆an, Yibao se sent贸 a horcajadas sobre los muslos de Jian Xiao y los dos se comportaron de manera muy 铆ntima.
El hombre de la cicatriz dijo con una sonrisa sutil:
"Maestro Jian, este peque帽o es tan tierno, debe ser un manjar delicioso".
Jian Xiao frunci贸 el ce帽o. Odiaba que hablaran de Yibao con 茅l en un tono tan inapropiado.
Al ver que Jian Xiao estaba enojado, el hombre de la cicatriz r谩pidamente se disculp贸 y levant贸 su copa para brindar:
"Fui muy grosero, no lo tome en serio. D茅jeme servir茅 un poco de vino".
Jian Xiao ten铆a una cara fr铆a y bebi贸 el vino de una vez.
Yibao tambi茅n sigui贸 el ejemplo de Jian Xiao y bebi贸 el Wangzai que ten铆a en la mano de una sola vez.
Los movimientos fueron casi id茅nticos, haciendo re铆r a la gente alrededor, y la atm贸sfera que acababa de congelarse tambi茅n volvi贸 a mejorar.
Jian Xiao a煤n ten铆a heridas en el cuerpo, as铆 que no deb铆a beber demasiado. Bebi贸 un vaso y luego se detuvo.
Era extra帽o: hab铆a sufrido heridas graves, con sangrado interno, y en solo tres d铆as ya pod铆a correr y pelear de nuevo. ¿Acaso su cuerpo empezaba a mutar?
En este mundo apocal铆ptico, los primeros humanos con habilidades especiales ya estaban apareciendo.
Los primeros humanos en mutar sol铆an ser extremadamente poderosos, y Jian Xiao probablemente ser铆a uno de ellos.
Despu茅s de comer y beber, el hombre de la cicatriz prepar贸 una habitaci贸n para que Jian Xiao y los dem谩s durmieran.
Yibao no pod铆a esperar m谩s y quer铆a ver qu茅 tipo de carne le iba a dar la Gran Carne.
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