Cap铆tulo 19: Jian Xiao quiere comerse a Yi Bao

 


Cap铆tulo 19: Jian Xiao quiere comerse a Yi Bao

El jefe de la aldea era ego铆sta y provoc贸 que muchos supervivientes de bajo nivel murieran de hambre, e incluso los oblig贸 a matarse entre s铆 por un poco de comida. Muchos humanos no murieron en las fauces de los zombis, sino a manos de sus propios compa帽eros.

La madre de la ni帽a mir贸 a Jian Xiao con ojos suplicantes, esperando que pudiera ayudarla.

Jian Xiao accedi贸 a ayudarlos a recuperar la comida que les correspond铆a, pero tuvieron que esperar hasta el amanecer. Estaba completamente oscuro y no pod铆an ver nada. Si el jefe de la aldea les hab铆a tendido una trampa en casa, caer铆an f谩cilmente en ella. Tuvieron que esperar hasta el amanecer antes de actuar.

Jian Xiao sostuvo a Yibao y se sent贸 en un trozo de cart贸n roto, esperando el amanecer.

Yibao no hab铆a dormido lo suficiente antes, por lo que se qued贸 acostado en los brazos de Jian Xiao, con los p谩rpados ca铆dos un par de veces, y se volvi贸 a dormir.

Jian Xiao se quit贸 el abrigo y cubri贸 a Yibao con 茅l. Aunque sab铆a que los zombis no se resfriaban ni enfermaban, no pudo evitarlo.

Despu茅s de que Yibao se durmiera, so帽贸 con comida deliciosa y no dejaba de chasquear los labios. A su alrededor, todos guardaban silencio, y solo se o铆a a Yibao haciendo ruido.

Jian Xiao sonri贸 con cari帽o y luego levant贸 la mano para ayudar a Yibao a limpiarse la saliva de la comisura de la boca.

Justo cuando estaba a punto de limpiarse la saliva con el pulgar, Yibao oli贸 la carne con antelaci贸n. Su boquita se abri贸 de repente, tom贸 el pulgar y lo chup贸 con fuerza, emitiendo sonidos como chorros de agua: "Chupa... bu..."

El pulgar 谩spero de Jian Xiao pod铆a sentir claramente la suavidad y la humedad en la boca de Yibao.

Cuando la peque帽a boca de Yibao se adhiri贸 a su pulgar como una ventosa y succion贸 con fuerza, una idea muy armoniosa apareci贸 en la mente de Jian Xiao, y esta idea hizo que cierta parte de 茅l comenzara a hincharse.

La ni帽a que estaba apoyada en los brazos de su madre no muy lejos no estaba completamente alimentada y ten铆a demasiada hambre para dormir, por lo que segu铆a mirando a Jian Xiao, esperando que pudiera darle otro paquete de galletas.

La ni帽a observ贸 y not贸 que algo andaba mal. Le record贸 a su madre con voz d茅bil: "Los ojos del hermano mayor dan mucho miedo. Quiere comerse al hermano peque帽o".

La ni帽a hab铆a visto la misma mirada que Jian Xiao en los ojos de un hombre a punto de morir de hambre. Ese hombre la mir贸 as铆 antes de morir, como si quisiera com茅rsela viva. Por suerte, corri贸 r谩pido; de lo contrario, la habr铆an destripado y arrojado a una olla caliente.

Los incidentes de canibalismo son bastante comunes en el apocalipsis, pero ahora es la etapa temprana del apocalipsis y todos todav铆a pueden encontrar algo de comida, por lo que los incidentes de canibalismo no han ocurrido a gran escala.

Los ojos de Jian Xiao hicieron que la ni帽a se estremeciera y r谩pidamente se encogi贸 en los brazos de su madre.

Despu茅s de que su hija le recordara, la mujer mir贸 a Jian Xiao y descubri贸 que era tal como hab铆a dicho su hija, 茅l quer铆a comerse al peque帽o.

Jian Xiao ni siquiera se dio cuenta de lo expl铆cita que era su mirada.

No fue hasta que Yibao fue observado y despertado por su mirada que se calm贸 un poco.

Tan pronto como Yibao se despert贸, vio este gran trozo de carne mir谩ndolo con ojos hambrientos.

Yibao no pudo evitar temblar en ese momento, adivinando que la gran carne podr铆a tener hambre, por lo que baj贸 la cabeza d茅bilmente y meti贸 su peque帽a mano en su entrepierna para sacar algo.

Jian Xiao sab铆a lo que iba a hacer y r谩pidamente lo detuvo: "Qu茅date con esta cosita, no la comer茅".

Despu茅s de terminar de hablar, Jian Xiao agreg贸: "La guardamos para cuando realmente tengamos hambre."

Yibao saco su peque帽a mano de su entrepierna y luego se帽al贸 la mochila detr谩s de Jian Xiao.

Jian Xiao pens贸 que Yibao quer铆a comer algo, as铆 que sac贸 una bolsa de waffles de huevo de su mochila. Hab铆a muchas galletitas dentro, con un fuerte aroma a leche y huevo. En cuanto la abri贸, innumerables ojos hambrientos lo miraron con codicia.

Pero debido a la presencia de Jian Xiao, no se atrevieron a apresurarse a agarrarlo.

Yibao tom贸 una peque帽a galleta de la bolsa y se la dio a Jian Xiao primero en la boca.

Jian Xiao neg贸 con la cabeza: "No tengo hambre".

Yibao se sinti贸 muy extra帽o. Jian Xiao parec铆a tener much铆sima hambre hace un momento, as铆 que ¿Por qu茅 dijo que ya no ten铆a hambre?

Yibao insisti贸 en poner las galletas en la boca de Jian Xiao y lo oblig贸 a comer: "Aohou".

No pod铆a permitir que la gran carne pasara hambre. Si realmente se mor铆a de hambre, Yibao no tendr铆a otra opci贸n m谩s que ofrecerle su propia carne podrida.

Jian Xiao comi贸 un trozo de mala gana.

La ni帽a que ten铆a tanta hambre que no pod铆a dormir tambi茅n quer铆a comer y segu铆a tragando saliva.

Al ver que su hija ten铆a muchas ganas de comer, la mujer se arrastr贸 hacia Jian Xiao, quit谩ndose la ropa mientras gateaba.

Jian Xiao supo lo que quer铆a hacer de un vistazo.

Las mujeres se encuentran en desventaja en el apocalipsis. Son tan d茅biles que solo pueden vender su cuerpo a cambio de comida.

No me extra帽a que la ni帽a siga viva. Probablemente sobrevivi贸 gracias a la comida que su madre le consigui贸 a cambio de su cuerpo.

Jian Xiao sac贸 una bolsa de comida de su mochila y se la lanz贸 a la mujer. Sin faltarle al respeto, le dijo con calma: "Ponte la ropa. Ma帽ana ir茅 a buscar tus provisiones al jefe de la aldea".

La mujer se arrodill贸 en el suelo e hizo una reverencia en se帽al de gratitud, luego r谩pidamente le dio la comida a su hija.

Esta mujer hizo que Jian Xiao sintiera un raro rastro de calidez en los tiempos finales.

Jian Xiao tambi茅n sinti贸 pena por la madre y la hija, por lo que les dio dos bolsas de pan m谩s.

Yibao mir贸 a Jian Xiao d谩ndole toda la comida a la mujer, e hizo pucheros con su boquita, luciendo infeliz, o tal vez celoso.

Yibao ya ni siquiera ten铆a ganas de comer waffles de huevo. Volte贸 la cabeza, hundi贸 su carita en los brazos de Jian Xiao y se enfurru帽贸.

Jian Xiao mir贸 a Yibao, que estaba haciendo un berrinche en sus brazos, y le frot贸 la cabecita con un gorro de tigre. "P贸rtate bien, ma帽ana habr谩 m谩s bocadillos".

"Ma帽ana allanaremos la casa del jefe de la aldea y todos los bocadillos que encontremos son de Yibao."

Lo que le importa a Yibao no son los bocadillos, sino el hecho de que Jian Xiao trate bien a esa mujer.

El autor tiene algo que decir:

Aunque el lanzamiento se ha retrasado una semana, seguir茅 actualizando con diligencia. Por favor, no me abandonen.

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